El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, presidió ayer la reunión del Consejo Regional de Pesca Continental, en el que se ha abordado la orden anual de pesca para la temporada 2023, que regula, entre otros aspectos, los periodos hábiles de pesca, las tallas de los ejemplares, la utilización de cebos y señuelos y los cupos de captura de salmón, trucha y resto de especies.
La principal novedad para el año 2023 es la apertura de la pesca de la trucha en todos los ríos de manera unificada el 1 de abril, aunque en las zonas salmoneras se restringen hasta el 1 de mayo la utilización de artes y cebos al empleo de cebo artificial y con un anzuelo simple y arponcillo.
Se trata de una antigua reivindicación de muchos pescadores que tiene como objetivo que la pesca de la trucha, mayoritaria en la región, no se vea condicionada por la presencia de salmón y que permitirá 45 días más de pesca en muchos de nuestros ríos. Por otra parte, el cupo diario de capturas de trucha se establece en 5 ejemplares por pescador y día.
La temporada de salmón se abrirá también el 1 de abril y se establece un cupo de salmón de un ejemplar por pescador y temporada, y se reduce el máximo anual de capturas autorizadas para el río Asón, que pasa de 30 a 25.
Además, se han eliminado como especies pescables en aguas continentales seis especies marinas o intermareales, cuya pesca en tramos fluviales es testimonial, como es el caso del cacho o bordallo, lubina, platija o solla, múgil, lisa y corcón. Otras novedades que se han incluido en la normativa para 2023 es el aumento de 6 a 10 los reteles permitidos por pescador para la pesca del cangrejo señal y la eliminación del coto de trucha de Guriezo que pasa a constituir dos tramos libres, uno de ellos sin muerte.
Por último, se ha dado cuenta de la información relacionada con los controles de cormorán y con las repoblaciones de salmón y trucha efectuadas en las principales cuencas de Cantabria.
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