El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y el vicepresidente Pablo Zuloaga, ha asistido hoy a los actos en conmemoración de la patrona de la Comunidad Autónoma, la Bien Aparecida, celebración en la que han destacado la alta afluencia de personas en el santuario de Hoz de Marrón, en Ampuero, y han apelado a su voluntad de afrontar los retos de Cantabria y hacer frente a la incertidumbre por los efectos económicos de la guerra de Ucrania.
En declaraciones a los medios de comunicación, el presidente de Cantabria ha expresado su deseo de ver concluidos en los próximos años algunos retos de Cantabria, como el tren de alta velocidad y el polígono de La Pasiega, y, en este sentido, se ha referido a su estado de salud para afrontar la próxima legislatura. Esto, ha dicho, dependerá de si los médicos aseguran que “me encuentro en condiciones óptimas”.
“Eso no se lo encargo a la Virgen, si no a los médicos de Valdecilla, que son los que me van a mirar, como hace cuatro años, (…) y me digan si estoy en condiciones de afrontar un trabajo tan exigente, tan duro como este”, ha dicho Revilla, quien ha reconocido que no vale para trabajar “a media jornada” y ha destacado el papel y la experiencia que aportan las personas mayores en la sociedad.
Por su parte el vicepresidente de Cantabria, Pablo Zuloaga, ha valorado la vuelta a la normalidad tras la pandemia para celebrar hoy la festividad de la patrona de Cantabria y ha recordado los objetivos del actual presupuesto de Cantabria para el desarrollo de las herramientas necesarias “para proteger a las personas”, con un aumento “como nunca” de la inversión en sanidad, educación, dependencia y universidad.
A su juicio, ante el incremento de la incertidumbre por el contexto internacional, el Gobierno de Cantabria está protegiendo “lo importante” con una inversión “histórica” en el ámbito social para hacer frente al incremento de precios y las consecuencias de la guerra de Ucrania. “En Cantabria lo vamos a hacer, sabiendo que lo prioritario es crear empleo”, ha señalado Zuloaga, quien ha recordado el verano “extraordinario” vivido en Cantabria, que ha encabezado la reducción del número de parados y el incremento de las afiliaciones a la Seguridad Social.
“Ese es el objetivo que me marco como vicepresidente del Gobierno: afrontar los retos de Cantabria, sabiendo que las decisiones que se toman en el Gobierno sirven para hacer frente a las circunstancias verdaderamente extraordinarias como las que hemos superado”, ha subrayado el vicepresidente en la celebración.
Junto a centenares de cántabros que hoy han realizado la subida al santuario de Hoz de Marrón, Revilla y Zuloaga han realizado a pie el último tramo y han participado a mediodía en la misa solemne que ha celebrado el obispo de la Diócesis de Santander, Manuel Sánchez Monge, en la campa exterior del santuario.
En los actos conmemorativos de esta jornada festiva, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, también han asistido los consejeros de Presidencia, Paula Fernández; de Industria, Javier López Marcano; de Desarrollo Rural, Guillermo Blanco, y de Obras Públicas, José Luis Gochicoa. Han asistido, asimismo, la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones; el presidente del Parlamento de Cantabria, Joaquín Gómez; el alcalde de Ampuero, Víctor Gutiérrez, entre otros.