El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, considera que el peso político de la Unión Europea “no está a la altura” de su importancia económica y, por este motivo, ha demandado que el proyecto comunitario tenga “voz propia” en el tablero internacional y no ejerza un “seguidismo absoluto” de los postulados de Estados Unidos, como ocurre actualmente con la invasión de Rusia a Ucrania.
“Habrá que decirle a Estados Unidos que Europa no va a pagar, exclusivamente, las consecuencias de esta guerra”, ha apuntado Revilla, que también cree que ha llegado el momento de iniciar un diálogo con Rusia para que la situación “no se enquiste de manera permanente”. De lo contrario, ha añadido, los perjuicios para Europa “van a ser muy graves”.
El presidente cántabro ha reconocido lo importante que es para la Unión Europea tener como socio estratégico a EEUU y estar bajo el paraguas de la OTAN, aunque ha insistido en que un espacio geopolítico que aglutina el 15% de todo el comercio global y casi el 40% de los servicios, pese a que tan solo representa el 3% del territorio y el 7% de la población mundial, debería tener un mayor peso en las decisiones internacionales y mayor capacidad de influencia.
Revilla ha realizado estas reflexiones durante su intervención en la apertura del curso ‘La diplomacia europea en el siglo XXI’, patrocinado por el Gobierno cántabro, a través de la Consejería de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior, en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Allí ha confiado en que Europa responda ante el actual escenario de crisis energética de la misma forma que lo hizo frente a la pandemia, adoptando medidas de choque y poniendo a disposición de los estados miembros importantes ayudas económicas, comportamiento que supuso, a su juicio, un “reforzamiento” y un “cambio de mentalidad” respecto a la utilidad de la alianza europea.
Y en relación a la escalada de precios del gas y de la energía que está sufriendo Europa, el presidente cántabro ha lamentado que la UE no haya planificado en los últimos años una política energética autosuficiente y no haya apostado por las energías renovables. Finalmente, ha felicitado a la UIMP y a la Consejería de Presidencia por organizar este curso en un momento en el que la diplomacia resulta imprescindible para arrojar algo de luz ante el panorama de incertidumbre internacional.
El presidente ha estado acompañado en el acto por la consejera de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior, Paula Fernández; el rector de la UIMP, Carlos Andradas, y las directoras del curso, Inma Valencia, directora de la Oficina del Gobierno de Cantabria en Bruselas, y Rosa Valdés, directora general de Administración Local, Acción Exterior y Casas de Cantabria, entre otros.
También ha participado en la inauguración, a través de un vídeo, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, quien ha señalado que la diplomacia pública es en estos momentos “fundamental para conseguir una Europa fuerte e influyente en el mundo” y ha asegurado que España quiere impulsar la fortaleza de la Unión durante su periodo de presidencia del Consejo Europeo en el segundo semestre de 2023.
Finalmente, Carlos Andradas ha subrayado la necesidad y la oportunidad de esta iniciativa que es una de las citas centrales de la última semana de programación de los Cursos de Verano 2022.
El curso
El curso, que se desarrollará en el Palacio de La Magdalena hasta el próximo miércoles, contará con la participación de expertos vinculados al campo de la diplomacia y tiene por objeto analizar la política diplomática de la Unión Europea desde diferentes prismas: territorial, cultural, medioambiental, comercial y mediático, entre otros. Está dirigido a estudiantes universitarios y no universitarios, profesorado, público en general y, de manera específica, a profesionales de la diplomacia.