Salomón Martín, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento del Astillero, ha realizado estas declaraciones tras comprobar que el pasado 22 de julio se han publicado los pliegos que regirán la adjudicación del nuevo contrato de mantenimiento del alumbrado público sin tener conocimiento de ello el resto de los concejales que conforman la corporación municipal..
Para el portavoz socialista, de nuevo el Sr. Fernández Soberón, actúa sin los más mínimos estándares de transparencia en la gestión municipal, como de otra parte ya nos tiene acostumbrados, cabe recordar el intento de privatización de la Escuela Taller a espaldas del resto de grupos políticos a principios de año, y en este ocasión ocultando los pliegos que regirán el concurso de adjudicación del mencionado servicio, a sabiendas que en repetidas ocasiones todos los grupos municipales tanto en plenos municipales como en comisiones informativas les veníamos reclamando, al ser éste, un contrato caducado desde enero del año 2019. Estándose prestando desde el punto de vista legal de forma irregular, como así ha sido puesto en evidencia por los continuos reparaos por parte de la intervención municipal y por la última sentencia contraria al pago de facturas por un importe de 1,2 millones de euros pagados por el Sr. Fernández Soberón donde el juez le recuerda que la expiración del plazo máximo del contrato y sus prórrogas legales y contractuales, seguido de una prórroga tácita y puramente verbal, “es causa de nulidad radical de la contratación” y que “deviene en responsabilidades contables y penales”.
Para Salomón Martín, lo más preocupante es que los propios concejales del equipo de gobierno hayan ido negando cualquier tipo de información respecto a este tema, un contrato de los de más cuantía para las arcas municipales (715.200€), pasándose la pelota unos a otros y argumentando, en ocasiones, que esto era un tema que llevaba el Sr. Fernández Soberón en persona y que ellos no tienen información del mismo, por cierto, argumentación habitualmente utilizada por estos mismos concejales ante las preguntas y cuestiones que les plantean el resto de miembros de la corporación, con lo cual cabe preguntarse si estos concejales que desconocen la actividad municipal son merecedores de la nómina que reciben por el trabajo supuestamente realizado.