Sobre esta “nueva pandemia del siglo XXI”, como la define David Cantarero, profesor titular y director del Programa Senior de la Universidad de Cantabria, más en concreto sobre ‘la gestión en positivo de la soledad no deseada en las personas mayores’ gira la conferencia que dará junto a la catedrática Marta Pascual el miércoles, 20 de julio, a las 19.00 horas. La disertación, que cuenta con la colaboración del Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS), cierra el ciclo de conferencias que ha tenido como epicentro la Biblioteca Municipal Francisco Llata en Liencres y que se han desarrollado en el marco de los Cursos de Verano de la UC en la sede de Piélagos.
La soledad no deseada es la percepción de que las relaciones interpersonales que se mantienen son insuficientes o no son de la calidad o intensidad que se desearía que fueran. Se habla de soledad no deseada cuando esta situación no se escoge, sino que se impone a pesar de la propia voluntad y perdura en el tiempo, pudiendo afectar al bienestar y estado de salud. Se diferencia así de la soledad en la que se buscan momentos de intimidad personal, reflexión o disfrute en solitario que procuran bienestar y tranquilidad, momentos en los que se puede escoger su duración y volver a estar en compañía cuando así se desee.
Su propuesta parte de “hacer algo suficientemente atractivo para motivar a alumnos a que lo disfruten”. “Vamos a preparar los datos, pero queremos que sea diferente. Una presentación al alimón en la que planteamos una paradoja del siglo XXI y no queremos que yo hable media hora y David Cantarero lo haga otra media”, ha explicado Marta Pascual. “La soledad no deseada es un reto que tenemos que afrontar, no solo en las personas mayores, que nos preocupan especialmente, sino también en intervalos de edad más jóvenes”, ha añadido.
Un sentimiento negativo
Lo primero es entender el concepto. La soledad no deseada es el sentimiento negativo que aparece cuando las personas sienten que sus relaciones no son satisfactorias y se produce un desajuste entre las relaciones reales y las deseadas. Es un fenómeno subjetivo y, realmente, y tiene que ver más con la calidad percibida de las relaciones que con la cantidad o la frecuencia de las mismas.
“Inicialmente tendríamos que pensar en las causas: menor natalidad, aumento de hogares unipersonales, nuevos tipos de familia, más desempleo y teletrabajo, la vida frenética que llevamos o las relaciones personales fugaces”, ha enumerado Cantarero. El conferenciante ha señalado también que “no se trata de un fenómeno relativo a los mayores, también a los jóvenes. “Lo notamos con el aumento de patologías de salud mental. Ese aislamiento social se ve en las nuevas generaciones”, ha apuntado.
Las consecuencias negativas que tiene sobre la salud la soledad no deseada es una “mayor utilización sanitaria y el desarrollo de enfermedades, que es seis veces mayor, porque al final existen estudios que lo equiparan a malos hábitos de vida como pueden ser el abuso del alcohol o del tabaco”, ha manifestado Cantarero.