Troppo Brand surgió en una de las primeras clases de matemáticas del grado en ADE que Pablo Fernández del Cotero (Santander, 1998) estudiaba en enero de 2019. Mientras buscaba en internet un forro polar para una fiesta en el campo a la que iba a ir con sus amigos, se dio cuenta de que ninguno le gustaba y, junto a dos compañeros a los que apenas conocía, decidió crear el suyo propio: “Nos hicimos socios y creamos el forro polar. Se lo enseñé a mi primo y nos compró uno, mi padre nos compró otro e hicimos una fotos, creamos una página de Instagram y poco a poco hemos ido creciendo hasta ahora”. Así explica Pablo los orígenes de la marca, así lo publica la revista revistavanityfair.es en su formato online.
Lo que empezó como una idea entre tres amigos poco a poco fue adquiriendo forma, durante la pandemia, hasta convertirse en Troppo, una firma que ahora dirige en exclusiva Pablo con su hermana. Esta, Nela Fernández del Cotero (Santander, 2001), comenzó estudiando un grado de Emprendimiento, pero pronto se dio cuenta de lo que en realidad le gustaba era el marketing. Ahora, los hermanos viven en el centro de Madrid, desde donde —rodeados de un pequeño equipo— llevan a cabo toda la producción de Troppo, que envían desde Portugal. Y aunque confiesan que mezclar trabajo y familia a veces es un poco intenso, tienen claro que la marca no sería lo mismo sin uno de ellos.
“Al principio no era ningún proyecto, teníamos una marca y vendíamos sudaderas, pero sin más. En el confinamiento empezamos a tomárnoslo en serio, vimos la realidad del proyecto y nos dimos cuenta de que podía tener futuro. Hubo un cambio de actitud en el que empezamos a trabajar con los valores que mantenemos ahora. Le pusimos Brand porque era lo que estaba de moda, pero ahora hemos predefinido el concepto que había de Troppo hasta el momento”, explica Pablo. “Troppo Brand era el old school Troppo, pero queremos ser mucho más que una marca. Cambiamos el nombre porque brands hay muchas, pero Troppo es único. La marca es nuestro día a día, es lo que nos gusta y lo que somos. Troppo está inspirada en los valores del norte, es aventura, es ropa, es motos y es surf”, comentan ambos.
¿Por qué Troppo? ¿Por qué ese nombre?
Hicimos el forro polar pero no teníamos ningún nombre para la marca. Así que creamos un grupo de WhatsApp para pensar algunos, cada uno mandábamos palabras y un compañero propuso buscar palabras en otros idiomas. Le estábamos dando demasiadas vueltas, tardábamos demasiado en encontrar un nombre y, como ‘demasiado’ en italiano se traduce como troppo, decidimos que la marca se iba a llamar así.
¿Quién está detrás de Troppo? ¿Quién forma el equipo?
Tenemos un equipo de varias personas involucradas en este proyecto. Nuestros padres nos ayudan como consejeros, con los temas de números y todo el universo financiero. Tenemos también una diseñadora gráfica, un creador de contenidos, dos trabajadores en administración destinados a la atención al cliente y una persona que se encarga de personalizar los pedidos.
¿Quiénes son sus referentes?
La marca Deus Ex Machina es a la que más nos acercamos a nivel tanto de estilo como de estilo de vida, pero no pretendemos copiar a ninguna. Buscamos lo que más nos gusta de cada una, aquellos rasgos de una firma que nos inspiran e intentamos mejorarlo para poder volcarlo todo en Troppo. No queremos ser una copia de Deus ni de Blue Banana, queremos diferenciarnos.
¿Cuáles son sus valores como marca?
En Troppo pretendemos vender cosas para todo el mundo, no somos la típica marca de Instagram que solo saca cosas de lujo. Nosotros creamos prendas que son accesibles para todo el mundo. Nuestro objetivo es inspirar a la gente a que viva historias y nuestra frase estrella es “Chase stories to tell when you are old”. Nos encanta ir a los pueblos, hablar con la gente mayor y que nos cuenten lo que hacían de jóvenes… Eso es lo que queremos hacer.
¿A quién va dedicado Troppo?
Troppo está orientado a gente como nosotros, gente joven con ganas de sacar los pies del tiesto y de vivir su propia aventura. Queremos que nuestras sudaderas las lleven personas inconformistas, entusiastas y que compartan la energía de vivir.
¿Cómo es el proceso de producción de la marca?
En Troppo intentamos sacar colecciones pequeñas: buscamos un concepto que nos guste, nos inspiramos y hacemos el diseño y, finalmente lo enviamos a Guimaraes (Portugal). Desde allí nos envían un pedido y en casa tenemos nuestro taller donde preparamos y custodiamos cada una de las prendas.
¿Qué colecciones forman Troppo?
Tenemos Nela, que es la colección exclusiva de mujer. En ella hay sudaderas de rayas. Nuestro padre navega y nos inspiramos en el traje de un club de regata de Santander. También hay chalequitos, chaquetas y bolsas de viaje personalizables. Otra colección sería Classic, que está compuesta por prendas atemporales con diseños poco atrevidos que se puede poner desde una persona con veinte años hasta otra con cincuenta. Es un concepto más clásico y ahí es donde están los forros polares, uno de nuestros productos estrella, que se pueden personalizar configurándolos con las iniciales de la persona y una bandera del país que quiera. Los procesos de customización tienen lugar en nuestro taller de Madrid. La tercera colección es Casual, que esta compuesta por prendas para el día a día como las camisetas. Cada una tiene una historia detrás, cada una cuenta una cosa. También hay sudaderas con o sin capucha y con media cremallera y polos, otras de las prendas estrellas de Troppo. Todas nuestras sudaderas tienen frases motivadoras porque en Troppo intentamos buscar el sentido a todo.
¿Dónde esperan que se sitúe Troppo en los próximos años?
Cada año crecemos, no ha habido ningún momento en el que lo hayamos petado ni creo que lo vayamos a hacer, la verdad. En Troppo vamos consiguiendo las cosas poco a poco y eso es lo que queremos. Abrir una tienda física sería vital para nosotros, si no en este año, es un hito que nos gustaría alcanzar a corto plazo. No queremos ser la marca que más seguidores tiene en Instagram porque eso se puede comprar comprar. Tampoco queremos ser los que más venden, aunque no estaría nada mal. Aspiramos a consolidamos como una marca referente, que todo el mundo nos conozca. También nos gustaría diversificar. Poco a poco hemos ido ampliando: empezamos con un forro polar y ahora tenemos hasta bikinis. Nos gustaría, en los próximos meses, sacar una gama de accesorios.
Por último, ¿con qué tres palabras definirían la firma?
Aventura, actitud y pasión.
Fuente de texto e imagen: revistavanityfair.es/