La Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras en Cantabria (CCOO) ha mostrado hoy en rueda de prensa su total y absoluto apoyo a las reivindicaciones de la Asociación de Profesores de Segundas Lenguas Extranjeras en la región, que están peleando para que se incluya como una asignatura obligatoria, incluso troncal, una segunda lengua extranjera, además del inglés, en los tres primeros cursos de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO).
La secretaria general de la Federación de Enseñanza, Conchi Sánchez, junto a dos miembros de dicha asociación, Marion Perrard y Marie Berard, han explicado por qué es totalmente necesaria la inclusión de la enseñanza obligatoria de una segunda lengua en Secundaria y los pasos que se van a dar para conseguir que la Consejería de Educación recapacite y lo incluya en el nuevo currículo del que ahora está el borrador en exposición pública.
Durante la rueda de prensa han recordado que el Real Decreto por el que se establece la Ordenación y las Enseñanzas Mínimas de la ESO, aprobado el pasado marzo, da potestad a la Comunidades Autónomas de incluir o no como obligatoria en el currículo una segunda lengua extranjera y que, de hecho, regiones como Canarias o Murcia, ya lo han hecho.
Sin embargo, en Cantabria, el borrador del nuevo decreto no incluye esta posibilidad y, de hecho, ni siquiera recoge qué materias van a ser optativas. “Legal u oficialmente no sabemos qué asignaturas se van a impartir el próximo año pero, sin embargo, en los institutos ya se están preparando las que van a ser”, han señalado desde la asociación de profesores.
“Para CCOO es muy importante que se fomente la competencia plurilingüe entre el alumnado porque, además de que es un mandato de Europa, supone un aprendizaje de otras culturas, de otros países que, además, propiciarían el desarrollo de valores como la tolerancia y el respeto”, ha señalado Conchi Sánchez, que ha señalado la falta de transparencia e participación democrática en la elaboración del borrador y ha anunciado que pedirán una reunión urgente con la consejera de Educación, Marina Lombó, y que presentarán alegaciones y enmiendas al borrador para que se tengan en cuenta sus reivindicaciones.
Además, ha dicho Sánchez, “es un factor lógico y medible de empleabilidad, y no sólo en el sector turístico o en el sector servicios sino también para dar la oportunidad a nuestros jóvenes de poder competir con personas de otros países que sí tienen como obligatoria una segunda lengua extranjera en sus sistemas educativos. Saber idiomas te abre puertas laboralmente”.
Del mismo modo, también han apuntado a que dejar las segundas lenguas extranjeras como materia optativa implica que, si no se llega al número de alumnos suficiente para hacer grupo se perdería esa asignatura y, por lo tanto, podría afectar a más de un centenar de docentes, sin contar con los auxiliares de conversación, que perderían su trabajo.
“No solo se destruiría empleo sino que también se perdería personal muy formado”, ha dicho Marion Perrard, que ha enumerado las “consecuencias nefastas de perder la segunda lengua extranjera en el currículo de la ESO.
“El alumnado, que serán los y las trabajadoras del futuro, perderían una formación sólida para poder entrar en igualdad de oportunidades en el mercado de trabajo; se produciría una desigualdad de acceso a la educación pues, por ejemplo, la población de entornos rurales no tendría acceso a ella ni siquiera de forma privada; no apostaríamos por el sector turístico pues no hay que olvidar que los vecinos de Francia son quiénes más visitan nuestra región; tampoco tendríamos en cuenta las importaciones e importaciones, con Francia y Alemania como principales países y, en definitiva, estaríamos sometidos a un empobrecimiento cultural y económico para Cantabria en general y para nuestra juventud en particular”, ha subrayado Perrard.