La Guardia Civil de Cantabria intervino el pasado lunes unos 600 metros de red, que carecía de la señalización preceptiva, y que estaba largada de manera furtiva, cerca de la costa en la zona de Val de San Vicente.
No se descarta que esta red llevara tiempo en el mar, por el estado de alguno de los peces que había en la misma, resultando ser una forma no selectiva de pesca y perjudicial para la fauna marítima.
Los hechos ocurrieron pasadas las 20.00 horas del pasado lunes, cuando desde una de las patrulleras del Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Cantabria que realizaba servicio de vigilancia y prevención del furtivismo, observaron una botella de plástico, que podía estar señalizando la existencia de una red.
De esta forma se pudo extraer unos 600 metros de red, encontrando entre la misma, entre otras especies, centollos, cachones y dos marrajos. Igualmente en la red había peces en estado de descomposición.
Por parte de la Guardia Civil se investiga quien puede ser el responsable de la colocación de dicha red, la cual es intervenida a disposición de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria.
Los centollos que se encontraban atrapados en la red, al encontrarse vivos, fueron devueltos al mar. El resto del pescado intervenido y que estaba en condiciones para su consumo, fue entregado a la entidad benéfica Hogar Belén de Santander.