La cueva de Covalanas, situada cerca de Ramales de la Victoria y descubierta en 1903 por el padre Lorenzo Sierra y Hermillo Alcalde del Río, es la segunda que tiene arte paleolítico en toda la cornisa cantábrica, después de Altamira. En esta cavidad de reducidas dimensiones predomina el trazado mediante contorno punteado realizado con los dedos, una técnica muy característica de algunas cuevas que se localizan entre la cuenca del río Nervión (Vizcaya) y el río Sella (Asturias).
Dentro de la misma se pueden ver figuras rojas dibujadas de ciervos, caballos o uros, todas ellas creadas en torno a los 20.000 años a.C.