Cada 8 de marzo, los grupos parlamentarios somos parte activa de esta jornada mundial de lucha y reivindicación que es el Día Internacional de las Mujeres, reafirmando que la igualdad entre mujeres y hombres debe vertebrar toda nuestra acción política. La igualdad es una cuestión de calidad de la democracia y también garantía de que el bienestar se produzca para todas las personas y no a costa de la mitad de la población.
Las mujeres no somos un colectivo, somos la mitad de la humanidad, y por tanto, la desigualdad y opresión que sufrimos por ser mujeres golpea directamente al corazón de nuestras democracias ya que impide el desarrollo pleno de nuestra condición de ciudadanía. El feminismo, que es agenda, movimiento social y teoría política, es la respuesta a esa concepción del mundo en el que las mujeres somos ciudadanas de segunda categoría. El feminismo es la respuesta a esa sociedad patriarcal que se ha sostenido sobre la explotación y opresión de la vida y los cuerpos de las mujeres.
Este 8 de marzo, los grupos parlamentarios Regionalista, Popular, Socialista y Ciudadanos queremos destacar -frente a quienes niegan, vulneran y atacan los derechos de las mujeres- el profundo valor democrático que el feminismo ha supuesto para la libertad de las mujeres en todo el mundo. Naciones Unidas ha elegido para este 8 de marzo 2022 el lema `Igualdad de Género hoy para un mañana sostenible´ con el objetivo de reconocer y visibilizar la contribución de las mujeres en la lucha contra el cambio climático.
Las mujeres están liderando los esfuerzos de respuesta, mitigación y adaptación al cambio climático para construir un futuro más sostenible. Potenciar la igualdad entre mujeres y hombres en un contexto de crisis climática es uno de los mayores desafíos del nuestro siglo. Este 2022 España afronta un periodo de recuperación tras la pandemia de la COVID-19. La pandemia nos mostró las costuras de nuestro estado del bienestar, nos dejó bien visible la desigualdad todavía existente en los trabajos de cuidado doméstico y la precariedad del empleo de las mujeres. Por otro lado, la lucha contra la violencia machista sigue siendo nuestro principal objetivo político. Para una sociedad democrática es inaceptable que las mujeres vivan con miedo, amenazadas o sufriendo torturas. Nuestro compromiso es firme y sabemos que la erradicación de la violencia machista tiene que ser un compromiso de país.