La Embajada de #Rusia apoya la Declaración de compatriotas rusos residentes en #España publicada en la página web de la Asociación de organizaciones de compatriotas rusos (SORS) (www.sors-spain.org) y solicita a las autoridades españolas que presten atención a las preocupaciones que los ciudadanos rusoparlantes expresan en el texto de este documento.
DECLARACIÓN de compatriotas rusos residentes en España
La población rusa y rusoparlante en España, así como en todos los países democráticos de Europa, está muy preocupada por los crecientes episodios de odio, xenofobia e intolerancia hacia toda la población relacionada de una u otra manera con Rusia. Estos episodios muy preocupantes han crecido en los últimos días hacía una población que lleva arraigada en España, en concreto, muchas décadas. Entre los compatriotas rusos y personas de habla rusa se encuentran músicos, profesores, artistas, médicos y personal sanitario, líderes de promociones interculturales entre nuestros pueblos. Junto con los españoles hemos creado fuertes lazos de respeto mutuo y amistad duradera. Todo ello, sin contar que nuestra diáspora en España está formada, en su gran mayoría, por las mujeres, madres de niños españoles, merecedoras de trato igualitario y protección que hasta ahora han sentido por parte del Estado Español. Nuestra población en España tiene un arraigo fuertísimo con la población española: somos familiares directos de españoles que nos acogieron con todo el cariño en su tierra y, en muchos casos, ya somos españoles y españolas con plenos derechos democráticos, incluido el derecho a voto.
Nuestros hijos, nacidos, en su gran mayoría, o criados aquí, comparten los plenos valores democráticos, respeto a todos por igual e ideas multiculturales que les han sido inculcados desde las instituciones educativas españolas. Y les es imposible entender el trato vejatorio que están recibiendo por sentirse ruso o hablar ruso, que sufren actualmente en los centros educativos y en otros ámbitos por toda la geografía española, utilizando en contra de ellos los acontecimientos de últimos días, fomentando el odio, la intolerancia y el acoso, valores tan contrarios a la sociedad española que destruyen su democracia sólida y madura. Nuestra comunidad ha encontrado en España una segunda patria y por ello, hoy tenemos sentimientos encontrados. Los rusos siempre demostramos simpatía y buenos sentimientos para con el pueblo español. Y recibimos a cambio el mismo trato amistoso, cordial y hospitalario. La prueba de ello son los 1,3 millones de turistas rusos que visitaron España en 2019. Según una investigación realizada por el Real Instituto «Elcano» en los años 2014-2018 (bit.ly/3BABAV2) la actitud más positiva hacia España, entre todos los países del mundo, existe precisamente en Rusia.
A pesar de todo ello, la campaña mediática de rusofobia está teniendo un impacto extremadamente negativo en la opinión pública en España, lo que provoca cambio en la actitud de muchos españoles hacía nuestra población pacífica. En nuestra opinión, esto no refleja la actitud real de los españoles hacia Rusia en general y hacia nosotros como sus ciudadanos, lo que confirman continuas muestras de apoyo que nos llegan. La demonización no sólo de Rusia, sino también de los rusos que vivimos en el extranjero, que se está realizando en todos los medios de comunicación, hace muchísimo daño, en primer lugar, a los menores, a los niños españoles con raíces rusos, bielorrusos, ucranianos, armenios, lituanos, kazajos, y de otros muchos pueblos, representantes de los cuales de habla rusa residen pacíficamente en España. Y no podemos permitir que en las sociedades democráticas europeas del siglo XXI florezcan signos de discriminación hacía un colectivo europeo, arraigado, integrado de forma pacífica en la sociedad española.
Las leyes de España castigan duramente los llamados delitos de odio y a quienes públicamente inciten al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo, una parte del mismo o contra una persona determinada por razón de su pertenencia a una determinada etnia, raza o nación, su origen nacional, religión o creencias, así como a quienes lesionen la dignidad mediante acciones que entrañen humillación, menosprecio o descrédito de grupos o personas (artículos 510, 511 y 512 del Código Penal español). Por otro lado y de forma contundente queremos subrayar que actualmente todos los españoles residentes en Rusia están seguros y no existen declaraciones o acciones negativas contra ellos por parte de nuestro pueblo. Así lo afirmó claramente el 3 de marzo el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, en su entrevista al canal de televisión La Sexta (bit.ly/3MooaAE).
Nos gustaría lanzar un llamamiento a todos los políticos, líderes y representantes de los partidos, funcionarios públicos de España, así como a los profesionales de prensa, a que sean tolerantes en sus declaraciones para evitar crear un peligroso fondo de información negativa en torno a la comunidad de habla rusa, aunque sea sólo para que en las almas de nuestros hijos – mitad rusos y mitad españoles – reine la paz y no el miedo y el odio, asegurando así un futuro próspero de las relaciones entre nuestros pueblos.