Vuelve la lírica al Palacio de Festivales de Cantabria con el estreno de la ópera-tango ‘María de Buenos Aires’, con dos funciones para el viernes 18 y el sábado 19, en las que «se rozará el lleno» a tenor de las entradas vendidas hasta ahora. Es un proyecto de la Orquesta Sinfónica de Cantabria (OSCAN), que dirige Paula Sumillera, y cuenta con la participación del barítono Juan Laboreria, la mezzosoprano Cristina del Barrio y el actor Daniel de la Hoz.
Viernes 18 y sábado 19 de febrero 2022. Sala Argenta. 19:30 h
Ópera – Tango | Estreno
‘María de Buenos Aires’
Música de Astor Piazzolla | Libreto de Horacio Ferrer
Dirección musical: Paula Sumillera
Dirección escena: Iñigo Santacana
Ayudante de dirección: Mar P. Soler
Escenografía e iluminación: Víctor Longás
Vestuario: Paula Roca
Reparto:
María, Cristina del Barrio
Payador, Juan Laborería
El Duende, Daniel de la Hoz
Elenco: Pablo Escobedo, Aroa Gómez, Marta Iricibar y Laura de la Calle
Orquesta Sinfónica del Cantábrico
Duración: 105 min. Sin descanso
Esta ópera narra el nacimiento, ascenso, muerte y resurrección del personaje de María de Buenos Aires. Durante los XVII cuadros de la obra, asistiremos a momentos distintos de la vida y muerte de este personaje que encarna el tango y el arte en general.
Con claros paralelismos a la historia de Jesucristo, esta ópera surrealista reivindica la importancia que tiene el arte en el ser humano y expone que, a pesar de todas las fuerzas que tratan constantemente de despreciarlo, relegarlo a un puesto de ínfima relevancia e incluso acabar con él por completo (por ende, matarlo) es imposible de destruir, ya que el arte es inherente al ser humano. Por tanto, siempre habrá personas que se sientan inspiradas por el arte y evitarán que este muera (como es el caso del personaje de ‘El duende’). El arte, por tanto, es inmortal. Es un ser divino que se relaciona directamente con nosotros, nos inspira y gracias a nuestra inspiración se eleva a cotas más altas. Trasciende nuestro propio ser.
Al inicio de la obra, en el cuadro I, ‘El duende’, totalmente perdido, desorientado y deprimido, nos revela que ‘María de Buenos Aires’ ha sido asesinada y teme por encima de todo que sea olvidada. Es por eso que decide empezar a contarnos la vida de ella, sus orígenes humildes, su llegada al estrellato y su asesinato por personas que la envidian, que la quieren poseer y no quieren permitir que alcance cotas más altas.
El antagonista de la obra es un personaje muy enigmático, ya que en cada escena cambia de nombre: ‘La voz de un payador’ en el cuadro III, ‘El porteño gorrión con sueño’ en el cuadro V, ‘El ladrón antiguo mayor’ en el cuadro IX, ‘El analista primero’ en el cuadro XIII y, por último, ‘Una voz de ese domingo’ en el cuadro XVII. Es por lo que merece una mención especial en esta sinopsis.
Se trata de un personaje pensado en el libreto original para ser interpretado por un solo cantante masculino, que cambia de nombre en cada aparición, pero en ningún momento cambia su forma de ser ni su actitud. Un personaje que se burla de los orígenes de ‘María de Buenos Aires’ y se mofa de ‘El duende’, que intenta engañar a María y cuando esto no surte efecto, la mata. Que una vez la ha matado, se dedica a burlarse de ella cuando se convierte en sombra y, por último, pierde su poder en el último cuadro de la ópera cuando ella resucita. Es el gran antagonista de la obra, el opuesto a ‘María de Buenos Aires’, el personaje que quiere tentar y someter a ‘El duende’, es decir, es una encarnación del diablo, camuflado entre los habitantes de la ciudad de Buenos Aires. Por eso, durante la mayoría de la obra, el resto de personajes de la trama, los ciudadanos, serán embaucados y obedecerán a este personaje tramposo y peligroso. Mediante el engaño y el embaucamiento conseguirá asesinar a ‘María de Buenos Aires’ y creerse victorioso durante casi toda la duración de la obra.
Una vez asesinada ‘María de Buenos Aires’ en el cuadro IX, ella pasará a convertirse en ‘La sombra de María’. Desprovista de todo recuerdo de quién es y de que le pasó, vagará errante y sin rumbo por esta nueva ciudad triste, mortecina, derruida por la falta de elementos que María de manera intangible brindaba a la ciudad.
‘El diablo’, creyéndose victorioso aprovechará para jactarse, mofarse haciendo un show con ‘La sombra de María’ en el cuadro XIII ‘El área de los analistas’. Pero cometerá un error al darle excesiva información en su burla constante a ‘La sombra de María’ ya que ésta al final de la escena recordará que fue asesinada y ese recuerdo le hará cantar. ‘El duende’ (cuadros XIV y XV) percibirá ese pequeño latido de ‘La sombra de María’, conseguirá por primera vez en la obra inspirarse y gracias a dicha inspiración conseguirá encontrarse con ella (cuadro XVI) y, como si se tratara de la escena bíblica de la anunciación, la inspiración fecundará a ‘La sombra de María’, que concebirá una nueva María de Buenos Aires, que trasciende el mundo terrenal y llega a alcanzar la divinidad total. En esta última escena, por tanto, vemos que el personaje de ‘María de Buenos Aires’ es a la vez una referencia a Jesús, a la Virgen María y, por último, Dios.
‘María de Buenos Aires’ es una obra enigmática, abierta a múltiples interpretaciones, surrealista, pero sobre todo maravillosa. Durante la hora y cuarenta de duración, asistimos a una historia épica, con una poesía y una música que maravillará a los espectadores. Una pieza poco conocida y representada, que cautivará al público que tenga la oportunidad de verla.