08/09/2024

nada personal, solo información

«La postura definida por Vladímir Putin, radica en las garantías jurídicas de no ampliación de la OTAN hacia el Este»

Entrevista ofrecida por el Ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov, al programa ‘Bolshaya Igrá’ en la cadena de TV ‘Pervy Kanal’, Moscú, 13 de enero de 2022

Pregunta: No estamos en el habitual estudio de TV en Ostánkino, sino en la Mansión histórica del MAE de Rusia en la calle Spiridónovka donde se firmó el Tratado por el que se prohíben los ensayos con armas nucleares en la atmósfera, el espacio ultraterrestre y debajo del agua. En 1996, aquí se celebró la primera cumbre del G8.

Discutimos los problemas del poco habitual año 2022. Todos creían que comenzaría vertiginosamente, pero nadie esperaba que tomase tal cariz. En el centro de estos acontecimientos se encuentra Serguéi Lavrov, uno de los políticos y diplomáticos más influyentes en nuestro país y en el mundo. Dmitri Simes está en directo con nosotros desde Washington.

Todo el mundo ha seguido atentamente las negociaciones que sus viceministros han sostenido en Ginebra, Bruselas, hoy en Viena, relativas a la seguridad europea. A juzgar por todo, los socios occidentales no han entendido el carácter imperativo de las propuestas rusas expresadas en los proyectos de tratado sobre seguridad con EEUU y de acuerdo con los países de la OTAN. Ellos no están acostumbrados a hablar de igual a igual, a respetar las condiciones de otros. ¿Cómo se podría caracterizar las negociaciones sostenidas: como un éxito o como un fracaso? ¿Se desarrollan mejor, peor o aproximadamente tal como Usted esperaba? ¿Qué será después?

Respuesta: Esta Mansión fue escenario de otro acontecimiento sumamente significativo para la historia mundial. En otoño de 1943, los ministros de Exteriores de la URSS, Gran Bretaña y EEUU suscribieron la declaración que por primera vez planteaba la necesidad de instituir una organización universal después de la victoria sobre el nazismo. Aun no existía el término “la ONU”.  Es simbólico. Hoy estamos discutiendo una situación generada en buena medida por los intentos de Occidente de poner en tela de juicio la legitimidad universal de la ONU, inventa sus “reglas” en vez del Derecho Internacional y procura imponerlas a los demás.

Las negociaciones reflejan la confrontación en la palestra internacional, el intento de Occidente de afirmar su predominio, procurar una promoción incondicional de sus intereses. Esto se reflejó en plena medida durante las negociaciones. Puedo confirmar que fueron sustanciales. Occidente expuso su postura rígida, algo arrogante e intransigente con tranquilidad y profesionalismo. Esto permite confiar en que Washington analice a fondo y saque las debidas conclusiones de las negociaciones sostenidas.

Rusia expuso su postura también con rigidez. Esgrimimos argumentos que Occidente no tiene. Se referían al principio de seguridad indivisible. Durante las negociaciones, EEUU y sus colegas de la OTAN plantearon que nuestra exigencia principal sobre las garantías jurídicas de la no ampliación de la OTAN no podía ser cumplida. Alegaban a que los propios miembros de la OTAN deciden sobre la admisión de uno u otro país en caso de ser presentada la respectiva solicitud. Pero nosotros les recordamos no las normas de la OTAN sino los acuerdos redactados en el marco de la comunidad euroatlántica y de la OSCE. En efecto, estos documentos interpretan la seguridad indivisible como la libertad de cada país para elegir a sus aliados. Pero acto seguido, en esta misma oración se afirma: siempre y cuando en este contexto los Estados partes “no refuercen su seguridad a costa de la seguridad de otros Estados”. Ningún país o alianza de países tienen derecho a reclamar posiciones dominantes en el Euroatlántico. Todo esto fue conciliado en su conjunto y revalidado definitivamente en 1999 en la cumbre de la OSCE en Estambul que aprobó la Carta de Seguridad Europea. Occidente alega solo a aquellas cláusulas que le convienen. Nosotros partimos de que la libertad de elegir las alianzas es una parte integrante de las medidas inadmisibles que socaven la seguridad de Rusia o de cualquier otro Estado.

Pregunta: Pero, de todas formas, ¿Cómo esperaba como fuesen: mejor o peor?

Respuesta: Tal como esperábamos. Conocemos bastante bien a los negociadores estadounidenses. Nos reunimos muchas veces con ellos por diversos motivos, incluido el programa nuclear iraní, el Tratado START-3. Imaginábamos más o menos cómo sería la conversación. Para nosotros era sumamente importante cumplir la encomienda del Presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin: plantear en la forma más rígida estas cuestiones relativas a la arquitectura de la seguridad europea. Se trata no solamente de la exigencia unilateral de Rusia de no hacer nada que la perjudique, no hacer nada que suscite nuestra preocupación,  sino también de los principios que garanticen la seguridad de todos y de cada cual sin menoscabar los intereses de nadie ni perjudicar la seguridad de nadie.

Pregunta: Usted no esperaba ni podía esperar que EEUU y la OTAN aceptaran celebrar las negociaciones sobre la prohibición del ingreso en la OTAN de los países de la Europa del Este, en primer lugar, Ucrania y Georgia. Usted ha dicho con razón que el resultado era predecible. Durante las negociaciones con los representantes de la Administración  y el Congreso en Washington se llega a comprender que la reacción de Rusia es impredecible. Se adelantó la propuesta de celebrar las negociaciones sobre misiles de alcance medio (por lo menos, así afirman en el Departamento de Estado y en la Casa Blanca), sobre una eventual limitación de las maniobras militares, sobre una información más detallada en relación con las maniobras. Según entiendo, respecto a la ampliación de la OTAN y el despliegue de su infraestructura en la Europa del Este, Rusia recibió una categórica respuesta negativa. Todos se interesan por la respuesta de Rusia. Continuación de las negociaciones, renuncia u otras acciones, digamos, de carácter técnico-militar o militar.

Respuesta: La postura definida por el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, radica en las garantías jurídicas de no ampliación de la OTAN hacia el Este, en las garantías jurídicas de no despliegue en los territorios vecinos de Rusia de armamentos de ataque que amenacen a la seguridad de Rusia y, en general, el retorno de la arquitectura de la seguridad europea a la situación de 1997 cuando fue firmado el Acta Fundacional Rusia-OTAN. A tenor del Acta, posteriormente fue constituido el Consejo Rusia-OTAN. Son tres exigencias clave. Las demás propuestas dependen de cómo se desarrolle el diálogo sobre estas tres iniciativas.

La OTAN y EEUU, en efecto, rechazan tajantemente nuestro derecho a procurar la no ampliación de la Alianza. Ya he aducido argumentos que evidencian que nuestras posturas se basan no en los documentos de la OTAN (no tenemos nada que ver con ellos, igual que estos documentos no tienen nada que ver con nosotros), sino en los documentos aprobados a nivel cumbre en la OSCE, exceptuando la cumbre de Estambul de 1999, en los que la libertad de elegir las alianzas está directamente condicionada por la necesidad de  garantizar una seguridad indivisible para que nadie emprenda medidas en sus propios intereses menoscabando la seguridad de cualquier otro Estado.

Hablando de la OSCE, en 1975, el entonces Presidente de EEUU, Gerald Ford, cuando fue suscrita el Acta Final de Helsinki, dijo lo siguiente: “La historia juzgará sobre esta  Conferencia no por lo que decimos hoy aquí, sino por lo que hagamos mañana, no por las promesas que damos, sino por las promesas que cumplamos”. Se nos dieron promesas respecto a la no ampliación de la Alianza. En febrero de 1990, el entonces Secretario de Estado de EEUU, James Baker, dijo al Secretario General del CC del PCUS, Mijaíl Gorbachov, que la jurisdicción militar de la OTAN no se extendería un ápice más allá al Este del Óder. Posteriormente, el Primer Ministro de Gran Bretaña, John Major, conversó con el entonces ministro de Defensa de la URSS, Dmitri Yázov. Cuando el ministro soviético preguntó si debíamos sentirnos preocupados ante la perspectiva de una reacción positiva a las solicitudes de Polonia y Hungría relativas al ingreso en la OTAN, John Major aseveró que no había planes algunos al respecto y que esta cuestión ni siquiera se discutía.

Para los que dicen que nadie prometió algo a alguien, esto fue descrito en el libro de memorias del Embajador de Gran Bretaña en Rusia a finales de los años ochenta y principios de los noventa del siglo pasado, Rodric Braithwaite. Fue publicado en 2002. Es sorprendente que nadie lo haya mencionado. Se dice allí que todo esto tuvo lugar, se dieron promesas a Mijaíl Gorbachov, otros nuestros líderes por las personas quienes se apresuraron y estuvieron centrados en la solución de otras tareas más importantes. Dando tales promesas, supuestamente no planearon inducir a alguien a error. Es una maravillosa explicación inglesa del engaño que tuvo lugar.

Esperamos que las promesas dadas ahora en Ginebra y Bruselas sean cumplidas. EEUU y la OTAN prometieron presentar sus propuestas por escrito. Les hemos explicado claramente y en reiteradas ocasiones que necesitamos tener una reacción a cada artículo de nuestros documentos. Si no les conviene alguna disposición, qué expliquen por qué y lo presenten por escrito. Si pueden aceptar algo con enmiendas, qué las hagan por escrito también. Si quieren excluir o añadis algo, solicitamos hacerlo de forma similar. Expresamos nuestras consideraciones por escrito hace un mes. Washington y Bruselas tuvieron tiempo suficiente. Unos y otros prometieron que presentarían su reacción en papel.

Pregunta: Pasó un mes. No hay una reacción todavía. Hasta hubo declaraciones que no todos los miembros de la delegación estadounidense tuvieron tiempo para estudiar nuestras propuestas. Esta claro que Occidente (esto fue esperado) trata de empantanar las propuestas hechas, ahogarlas en conversaciones vacías, salir a nivel de principios, evitar discusiones de lo concreto. ¿Durante cuánto tiempo podemos esperar las contrapropuestas? ¿Durante cuánto tiempo pueden continuar las negociaciones? ¿Durante cuánto tiempo podemos podemos negociar para tomas las decisiones concretas de que habló el Presidente de Rusia, Vladímir Putin?

Respuesta: Las negociaciones con EEUU comenzaron hace tres días, con la OTAN se celebraron ayer. Los estadounidenses nos prometieron aplicar esfuerzos para presentar sus contrapropuestas la próxima semana (les dijimos que deberían aplicar muchos esfuerzos). El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, en nombre de la Alianza Atlántica prometió también presentar su reacción por escrito. Creo que llegará en un plazo de una semana. Después de esto, nosotros con el Ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, informaremos al Presidente de Rusia, Vladímir Putin, porque cumplimos su encargo directo, es su iniciativa. Posteriormente decidiremos cómo reaccionar a lo que nos propondrán en calidad de sus iniciativas nuestros socios occidentales.

Pregunta: Si he entendido correctamente, usted considera posible y oportuno continuar las negociaciones. Parte de que Washington y Bruselas deben hacer el siguiente paso: enviar a Rusia sus contrapropuestas por escrito. No entiendo bien lo siguiente: la Casa Blanca describe claramente qué se hará en relación con Rusia si no acepta las propuestas de EEUU y la OTAN. Se citan las listas concretas de sanciones. Hoy votarán en el Senado respecto a una de estas listas. A juzgar por todo, no estará aprobada, la Casa Blanca se opone a esto. Existe otra lista que puede ser aprobada. Refleja no solo la postura de los demócratas en el Senado, sino de la Casa Blanca también. ¿Qué hará Moscú si las propuestas rusas están desestimadas de nuevo con uno u otro grado de cortesía.

Respuesta: No actuaremos nunca como EEUU. En los últimos años, las sanciones se convirtieron en la herramienta principal de la política exterior de este país. La cultura de la diplomacia y compromisos se ha casi perdido. La política estadounidense en la arena internacional se dicta con la concienciación de su excepcionalidad. Esto ni siquiera se niega.  Los Presidentes de EEUU (inclusive Barack Obama) usó el término “nación exclusiva”. Está probablemente bien para instar a la generación joven a respetar su historia. Mientras, es absolutamente inadmisible para la política global.

¿Por qué entregamos nuestras propuestas? Queremos regresar a los métodos de solución de problemas mediante las negociaciones. Como dijo el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, nos engañaron consecuentemente a partir de los años noventa. Ahora nos preguntan qué les daremos si queremos hacer algo en nuestros intereses.  Ya les hemos dado todo. Esperando a un entendimiento en Occidente, a partir de los 1990 no reaccionamos duramente a las burdas violaciones de los acuerdos respecto a la no expansión de la OTAN hacia Este y muchas otras cosas prometidas, en particular, por escrito. Me refiero al no despliegue de forma permanente de las fuerza militar considerable en el territorio de nuevos miembros. Esto ya “se cubrió de moho” hace mucho. Las amenazas y sanciones son tan arrogantes que lo entienden todos. El Congreso de EEUU tomó tales decisiones absurdas en reiteradas ocasiones. No excluyo nada. Reaccionaremos. El Presidente Vladímir Putin dijo, durante su última conversación telefónica con el Presidente de EEUU, Joe Biden, que si eligen este camino, destruirán nuestras relaciones. No queremos asustar a nadie, tomaremos las decisiones partiendo de la situación concreta que tendrá lugar debido a unas u otras acciones de EEUU y sus aliados occidentales.

Usted ha mencionado los misiles de alcance medio y más corto. Los estadounidenses y los miembros de la OTAN nos han hecho unas propuestas, por ahora en forma oral, refiriéndose a los ámbitos en los que se puede negociar. Por ejemplo, han mencionado la reducción de riesgos, los debates sobre las medidas para fomentar la confianza, incluso en el ámbito espacial, en el ciberespacio, y el control de armamentos, en particular un acuerdo sobre la limitación de los misiles de alcance medio y más corto. Es un momento significativo. Hace más de dos años, después de que EEUU desnaturalizara el Tratado de sobre la Eliminación de los Misiles de Alcance Medio y Más Corto (INF), casi a todos los miembros de la OSCE presentamos la iniciativa del Presidente de Rusia, Vladímir Putin. En ella propuso unirse a la moratoria unilateral que habíamos impuesto sobre el despliegue de los misiles terrestres de alcance medio y más corto. Se debió al hecho de que no se desplegaron los mismos sistemas de origen estadounidense. Sugerimos que la moratoria fuera conjunta. Justo después de que establecimos la moratoria, los estadounidenses, los europeos y los miembros de la OTAN nos llamaron astutos porque ya habíamos desplegado los misiles Iskander en la provincia de Kaliningrado y ahora queremos impedir que tengan la misma posibilidad. En la iniciativa de hace dos años, el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, propuso acordar las medidas de verificación, luego explicadas por nuestro Ministerio de Defensa. Nos referimos a la invitación de llegar al Kaliningrado, inspeccionar los sistemas de Iskander y asegurarse, como les hemos sugerido muchas veces, de que no estén sujetos a las prohibiciones introducidas por el Tratado INF. En respuesta, visitaremos las bases estadounidenses de defensa antimisiles en Rumanía y Polonia, para saber qué son los sistemas lanzadores de misiles MK-41. Son producidos por la compañía Lockheed Martin que en su sitio web los promociona como sistemas de doble uso, para la defensa antimisiles y para el lanzamiento de misiles de crucero de ataque. Esto es lo que propusimos. Entonces, los miembros de la OTAN dijeron que «no era suficiente». Solo el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, se declaró dispuesto a negociar, pero no uno a uno con Rusia. El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, otra vez mostrándose sospechoso, dijo que se trataba de una propuesta deshonesta. Nadie mencionó que la iniciativa preveía la verificación desde el principio.

Este es uno de los resultados concretos que hemos pedido que se conste por escrito. Ellos mismos han dicho que están dispuestos a debatir el nuevo régimen relativo a los misiles de alcance medio y más corto. Hay indicios de que están dispuestos a dejar de utilizar los misiles nucleares de este tipo. En cuanto a los no nucleares, lo tienen que pensar. No hay diferencia, un misil nuclear o no será detectado y percibido como una amenaza directa a la Federación de Rusia. Hay que hablar de esto. Arrancaron un elemento de nuestras propuestas, la iniciativa de no desplegar armamentos de ataque cerca de las fronteras de Rusia. Esto es muy útil, pero sin la demanda principal de no expandir la OTAN al Este, es poco probable que tenga mucha importancia.

Continuaremos esperando, pero este período no puede ser largo. El Presidente de Rusia, Vladímir Putin, lo dejó claro en una reunión ampliada de la cúpula directiva del MAE de Rusia y en discursos posteriores. La respuesta debe ser rápida. Sabemos que la OTAN quiere demorar todo este proceso. Hemos escuchado que los estadounidenses y sus principales aliados tienen la intención de convertir la OSCE en la plataforma principal. En este sentido, diré que no hemos presentado ningunas iniciativas a la OSCE. En primer lugar, hemos hecho propuestas al jugador principal que toma todas las decisiones, EEUU. Después, a la OTAN, porque con la alianza concertamos el Acta Fundacional que sigue en vigor. Precisamente con la alianza hemos llegado a los acuerdos correspondientes. Ni la UE, ni la OSCE participaron en las negociaciones Rusia-OTAN, no enviaron ninguna información oficial. El Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, se muestra muy emocional y no muy amable en sus preocupaciones de que la Unión Europea se encuentre marginada, de que Rusia supuestamente desoiga la UE. Él  mismo se marginó  del tema de seguridad europea. Creo que todas las tentativas de formular un enfoque nuevo, una autonomía estratégica, un referente se emprenden en beneficio de Europa. Entendemos las iniciativas de Francia. Nadie permitirá nada a la Unión Europea. EEUU ya lo ha hecho todo para que su obediente grupo de apoyo en la OTAN y en la UE lleve el proceso hasta tal punto que la alianza se convierte en el pilar de la seguridad, incluso para la UE. Sin embargo, presentamos los documentos a EEUU y a la OTAN.

Quiero que quede claro. No iniciamos las negociaciones en la OSCE. Ya durante muchos años se debate allí la cuestión de la seguridad europea. Hay un foro especial – el «diálogo estructurado»- propuesto por los alemanes hace unos años. Todo esto no tiene ni pena ni gloria y gira alrededor de Ucrania. Cuando se debate la seguridad europea (se celebran las reuniones especiales cada mes, si no más a menudo), nuestros amigos occidentales hablan a coro sobre Ucrania. Todo se reduce a Ucrania. Esto se notó ahora en las negociaciones en Ginebra y en Bruselas. Lo que está sucediendo hoy en Viena es una reunión programada desde hace mucho tiempo en la que Polonia, como nuevo Presidente de la OSCE, presentará sus prioridades. Nada más. Es un proceso rutinario. Todos intervendrán, reaccionando a las prioridades polacas y a las actitudes hacia ellas. Nuestro representante mencionará las iniciativas de las que estamos hablando. Pero el formato principal es Rusia-EEUU y un poco de Rusia-OTAN.

Pregunta: Esta fue una de las preguntas principales que todos hicieron, ¿qué tiene que ver con esto la OSCE? Usted ha explicado bien que no es nuestra iniciativa, es un evento rutinario destinado a demorar el proceso. Volvamos a nuestras posibles respuestas y sanciones. Seguramente, en las negociaciones en Ginebra y en Viena la parte occidental ha preguntado qué va a pasar si rechazan nuestras propuestas. ¿Nuestros diplomáticos están autorizados a dar explicaciones, aclarar qué queremos decir con una respuesta militar-tecnológica?

Respuesta: Ya he dicho que no nos comportaremos como los estadounidenses, según quienes, supuestamente, tenemos que retirar las tropas de alguna parte de nuestro territorio soberano, de lo contrario impondrán sanciones contra nosotros. Es indecente.

Pregunta: El senador estadounidense Robert Menéndez, con el apoyo de la Administración estadounidense, presentó un borrador de Ley que indica que se introducirán sanciones en caso de la agresión contra Ucrania por parte de Rusia. Incluyen sanciones personales contra determinadas personas, incluido el Presidente y el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, otros cargos, así como los principales bancos del país. ¿Es normal eso, introducir las sanciones de antemano? Y eso que están en marcha las negociaciones sobre la seguridad en Europa.

Respuesta: Es una especie de ataque de nervios: en su infinito intento de afianzar su grandeza esta gente llegó a un estado psicológico que es difícil de explicar. Me dejan atónito estas iniciativas. Y estamos hablando de personas adultas, de políticos de peso que llevan años en el Congreso.

Este tipo de pasos no les honra. Existen propuestas de introducir sanciones independientemente de si habrá “ataque” a Ucrania o no, por el mero hecho de no retirar nosotros las tropas de nuestro propio territorio. La delegación estadounidense catalogó la retirada de las tropas rusas como la clave de todo. Al mismo tiempo, respondiendo a nuestras preguntas indicó que no retirarían a ninguna parte ni sus tropas ni su equipo técnico de las zonas adyacentes a la frontera de Rusia. A mi modo de ver, es algo que ni necesita ser comentado, es altanería en sumo grado. Hablando de las posibles reacciones de Moscú, volveré a señalar que nunca amenazaremos a nadie ni exigiremos que se actúe a nuestro parecer, porque de lo contrario castigaremos a quienes no deseen hacerlo. Nosotros reaccionaremos a la situación real. EEUU en estos momentos, junto con Jens Stoltenberg, insiste a grito pelado que no puede haber ningún acuerdo sobre la no ampliación de la OTAN hacia el Este, puesto que es cuestión de la libertad de elegir uniones. Veamos lo que hace EEUU y los países occidentales con respecto a los países que no forman parte de la OTAN. Por ejemplo, el Parlamento Europeo hace poco aprobó una Resolución que exige que se deje de fomentar el Estado de la Unión de Rusia y Bielorrusia. Lo digo en serio, existe tal documento. Washington intenta prohibir a muchos países a mantener con nosotros la cooperación técnico-militar, amenazando con sanciones a Turquía, la India, Indonesia, Egipto por el mero hecho de estar firmando contratos con nosotros, por razones comerciales y de manera abierta. En caso del Nord Stream2 no es siguiera cuestión de la libertad de elección, sino la libertad de llevar a cabo actividades comerciales más comunes en los mercados mundiales. Resulta, sin embargo, que Alemania no tiene libertad de satisfacer sus intereses económicos. Es aquí donde se nota especialmente el “doble rasero”.

Pregunta: Se dice que Rusia debe proceder a la “distensión” en la frontera con Ucrania. ¿Estaría Moscú dispuesta a hacer eso? ¿Se le ha prometido a la OTAN algo al respecto?

Respuesta: En cuanto a la libertad de elegir uniones que ha mencionado, lo tiene todo claro y sabe que es la postura de la OTAN, no podemos guiarnos por la postura de la OTAN. Nos guiamos por los acuerdos firmados al más alto nivel por todos los países de la OTSC, incluidos los países miembros de la OTAN. La Alianza del Tratado del Atlántico del Norte lo que hace ahora es demostrar su absoluta incapacidad de cumplir con los acuerdos asumidos. No es la primera vez que nuestros interlocutores occidentales se ven en esta situación. Ocurre lo mismo con los Acuerdos de Minsk que no se cumplen que con el acuerdo de crear la Comunidad de municipios serbios alcanzado en Kosovo en 2013 por Belgrado y Pristina con la ayuda de la UE. La Unión Europea demostró su capacidad de asistir a la solución de la complicada situación en Kosovo, mientras que los dirigentes de Kosovo dijeron en Pristina que no cumplirían, a pesar de estar todo sobre papel. Desde entonces es patente la impotencia de la UE y de vez en cuando se la hacemos notar. La creación de tal Comunidad ayudaría y mucho a lograr la distensión en este territorio serbio, puesto que supone la concesión a los serbios de derechos de autonomía que recuerdan bastante lo estipulado en los Acuerdos de Minsk para las Repúblicas populares de Donetsk y Lugansk. En ambos casos la UE jugó el papel decisivo, siendo mediador en caso de Belgrado y Pristina y actuando en nombre de la UE Alemania y Francia en el caso de los Acuerdos de Minsk. Ambos acuerdos tienen que ver con los eslavos ortodoxos y en ambos casos la UE no mueve ni un dedo, para que la parte que está bloqueando el cumplimiento de los mencionados acuerdos proceda a cumplirlos.

Tampoco hay olvidar lo que dijo Antony Blinken sobre Kazajstán. Exigió en público que se le explicara, por qué la República había invitado a los contingentes de paz de la OTSC. ¿Y eso? Por alguna razón Montenegro está en su derecho de unirse a la OTAN, pero Kazajstán que se unió hace 30 años a la OTSC, no dispone de tal derecho. Vaya declaraciones hace el Secretario de Estado de un importante país…

En cuanto a los desplazamientos por nuestro territorio, los estadounidenses, además de indicar qué carreteras usar y cómo retirar las tropas de la frontera con Ucrania, se nos indica que las tropas deben retirarse “a los cuarteles”. La Subsecretaria Wendy Sherman lo dijo tal cual en la rueda de prensa. No creo que haya necesidad de explicar la completa inadmisibilidad de este tipo de exigencias, ni las comentaremos.

Pregunta: ¿Ve alguna relación entre los acontecimientos en Kazajstán y el inicio de las negociaciones sobre la estabilidad estratégica en Europa? ¿Cómo evaluaría la actuación de Rusia y la lógica aplicada por la OTSC? ¿Se han afianzado nuestras posturas en dichas negociaciones, tras entrar nuestro contingente de paz en Kazajstán?

Respuesta: Existen muchas teorías de la conspiración. Una indica que todo fue orquestado por Occidente, para debilitar nuestras posturas en vísperas de las negociaciones en Ginebra y Bruselas. Otros nos acusan de haberlo provocado nosotros, para “irrumpir” en Kazajstán y “someterlo a nuestro control”. Todo eso no tiene nada que ver con la realidad. Más o menos tenemos claros los motivos de la situación y los abordamos en las conversaciones con nuestros interlocutores kazajos y con otros países de la OTSC. Las autoridades de Kazajstán están llevando a cabo una minuciosa y abarcadora investigación de lo ocurrido. Estoy convencido de que en cuanto acabe, los resultados se harán públicos. No tienen nada que ver con las “artimañas” de Moscú ni con ningunas teorías de conspiración. Es un asunto de Kazajstán y se lo toma en serio.

En cuanto a nuestra actuación, respondimos a la petición directa del Presidente Kasym-Zhomart Tokaev, nuestro aliado. Estaba basada en los compromisos que todos los países miembros de la OTSC asumieron con la firma del Tratado sobre Seguridad Colectiva y la Carta de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva. La forma en la que se hizo es impecable desde el punto de vista técnico y logístico, así como desde el punto de vista del resultado alcanzado: las fuerzas de la OTSC fueron desplegadas para defender las instalaciones estratégicas, es algo evidente. El Presidente de Kazajstán hizo constar que se ha cumplido la misión principal y anunció el acuerdo sobre el retorno de los efectivos del contingente de paz a sus Estados “de origen”. Ello también es prueba de que el resultado se alcanzó de una forma rápida y eficaz. Daba miedo ver las imágenes de los saqueos, decapitaciones de policías, trato de los saqueadores y terroristas demostrado por los periodistas. Para mi como diplomático, daba todavía más miedo ver la reacción de Occidente, de la mencionada ya OTSC que aspira a un puesto clave en la seguridad europea. No había reacciones normales con respecto a Kazajstán y al final todo se redujo a los llamamientos de respetar los derechos humanos y los derechos de los periodistas. Es algo vergonzoso. En tales situaciones es necesario indicar la causa directa de la situación. La investigación será concluida y los resultados deben hacerse llegar a la comunidad internacional.

Pregunta: ¿Sigue viendo con algo de optimismo las negociaciones con Washington y Bruselas, después de los últimos acontecimientos? ¿O simplemente está haciendo lo que debe hacerse? Señala Wendy Sherman que posiblemente Moscú tiene claro que no se llegará a un acuerdo, pero ha intentado probar, para luego poder actuar a su antojo en Ucrania. ¿Tiene alguna esperanza?

Respuesta: Siempre trabajamos en la solución de problemas concretos, las esperanzas no es la noción más indicada en este sentido. Estamos acostumbrados a guiarnos por la cruda realidad. Y ésta consiste en que se nos prometió reacción escrita. Esperemos a que venga y entonces plantearemos nuestros futuros pasos.

En cuanto al optimismo recordaría el dicho de que “el pesimista no es sino un optimista bien informado”.

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