El Palacio de Festivales de Cantabria comenzará la programación del mes de diciembre con dos propuestas de teatro y música clásica que vendrán de la mano de otro ‘Miércoles íntimo’ y de la Orquesta Sinfónica de Radio Berlín.
En concreto, bajo la dirección de Sandro Cordero y con Cristina Lorenzo, la sala Pereda acogerá el miércoles 1 de diciembre ‘Casandra’, mientras que el viernes, día 3, la sala Argenta albergará el concierto que ofrecerá la Orquesta Sinfónica de Radio Berlín, bajo la dirección de Vladimir Jurowski y con Leonidas Kavakos al violín.
Miércoles 1 de diciembre. Sala Pereda. 19:30 h. | Teatro
Sótano B
‘Casandra’, de Sandro Cordero
Texto y dirección, Sandro Cordero
Con Cristina Lorenzo
Vestuario: Azucena Rico
Escenografía: Palo Pez
Iluminación: Pacho V. Saro
Espacio sonoro: Mr. Wonder
Fotografía y vídeo: Áureo Gómez
Entrenamiento actoral: Manu Lobo
Duración: 65 min. Sin descanso
Nuestra protagonista es un personaje conocido y desconocido a partes iguales. Predecía el futuro, decimos, y poco más. Pero es en ese ‘poco más’ donde radica el drama y la esencia. Apolo le concedió a Casandra, princesa de Troya, el don de la profecía a cambio de sus favores sexuales y al negarse ella a tales requisitos la maldijo escupiéndole en la boca. Mantendría su don, pero nadie creería jamás en sus pronósticos. Un castigo bastante desproporcionado. Casandra conoce, pues, la verdad y la transmite, valiente, luchando contra la invisibilidad, la infravaloración y el silencio al que Apolo y la sociedad patriarcal la condenan.
El ‘complejo de Casandra’ define en psicología el sentimiento de infravaloración e invisibilidad femenina como resultado de los prejuicios y roles sociales que perpetúan la desigualdad entre géneros. Esta es la historia de la mujer que dio lugar al mito. Casandra, princesa de Troya, inteligente e intuitiva, es capaz de predecir las consecuencias de nuestros actos, de ver el futuro al que nuestras decisiones nos llevan, pero nadie la cree. Aunque demuestre tener razón una y otra vez. Casandra se niega a asumir el rol sumiso y complaciente que de ella se espera como mujer y se enfrenta a la ceguera de una sociedad patriarcal condenada a repetir sus errores. Y de fondo la más famosa y épica de las guerras: Troya. Contada no por poetas desde el bando vencedor, sino por una mujer que se niega a ser derrotada.