Si Jean-Jacques Annaud tuviera que resucitar al monje franciscano Guillermo de Baskerville para rodar ‘El Nombre de la Rosa‘, la obra de Umberco Eco que fue llevada al cine, podría tener otra ubicación. En vez de estar en una vetusta abadía benedictina, famosa por su biblioteca, llena de obras únicas y con accesos restringidos a los especialistas, en vez de ir a las montañas italianas, estaría más cerca. En las faldas del Alto del Cerro del Cristo del Otero, en Palencia, más concretamente en la Santa Iglesia Catedral de San Antolín donde se guardan más de 10.000 volúmenes. En su mayoría la Biblioteca Capitular de la Catedral Palencia conserva el patrimonio literario que se produjo por la donación de Pedro Fernández del Pulgar (Medina de Rioseco, 1620-Madrid, 1697), que fue canónigo penitenciario de la catedral de Palencia y cronista de Indias. La fecha de los manuscritos que se conservan en las paredes de la biblioteca palentina oscila entre los siglos XV y XIX, aunque la mayoría está comprendida entre el XVI y XVII. La Biblioteca de la Catedral de Palencia es una gran desconocida para el público en general, pero es una fuente inagotable de información para los investigadores y conocedores de la historia de la incipiente España del siglo XVI.
Dentro de ese patrimonio literario de la catedral palentina y bajo custodia por lo tanto de la Iglesia, figura un libro que alberga información del Nuevo Mundo, de América. Se trata de un ejemplar único. Es un libro de Pedro Mártir de Anglería, ‘La legatio Babilónica’, fechado en Sevilla en 1511. Ese libro recoge un dibujo cartográfico que posiblemente sea el primer mapa impreso de los descubrimientos españoles del Nuevo Mundo y cuya autoría se sitúa en el entorno de Juan Rodríguez de Fonseca (Toro, Zamora 1451-Burgos, 1524). Político, eclesiástico, consejero de los Reyes Católicos y primer organizador de la política colonial española de la época, sobre todo de la circunnavegación de Elcano-Magallanes (1519-1522).
El dibujo cartográfico que recoge ese libro es el primer mapa del Caribe, una auténtica joya que puede estar valorada en el mercado de los coleccionistas en unos 6 millones de dólares. El mapa ha desaparecido, pero su desaparición se ha conocido por la denuncia de un investigador, no porque la Iglesia lo hubiera echado en falta, ni por la denuncia de quien lo solicitó para ser expuesto. La importancia en aquella época de este dibujo no estribaba en la información cartográfica en sí misma, sino en la influencia política del dibujo para los protagonistas de la res publica de entonces. De la misma forma que el secreto histórico del libro era publicar información de un dibujo de 1514 en un libro de 1511.
EXPOSICIÓN DE BURGOS EN OCTUBRE DE 2019
El Fórum Evolución de Burgos acogió entre octubre de 2019 y marzo de 2020 la muestra ‘Burgos, legua cero del viaje de Magallanes-Elcano. Una historia de reyes, mercaderes y océanos. Cristóbal de Haro, mercader burgalés’, convirtiéndose en la mejor muestra expositiva de cuantas se han realizado hasta la fecha en territorio nacional sobre esta gesta de la Humanidad. La comisaria de la exposición, Adelaida Sagarra Gamazo, profesora titular de Historia de América de la Universidad de Burgos, fue quien solicitó a la Catedral de Palencia que en la exposición estuviera este mapa. La profesora ya tenía conocimiento de la existencia del mapa aunque ella misma no lo hubiera estudiado como así lo hicieron otros investigadores de forma presencial en la catedral palentina. La profesora Sagarra y el historiador e investigador Fernando Sánchez de la Rosa (autor de una de las imágenes que muestra el mapa del Río de la Plata en la presente información) siguieron todos los pasos precisos solicitando a la iglesia palentina la presencia en Burgos del citado mapa. No se aplicó al cien por cien el protocolo necesario y obligado en el traslado de piezas de esta importancia desde Palencia hasta Burgos. Desde la Catedral de Palencia hubo cierto ‘relajo’ en aplicar todas las medidas que se exigen en estos traslados y ese aspecto llamó la atención a quienes recepcionaron la obra en Burgos, es decir, a Adelaida Sagarra y a su equipo de trabajo en la exposición. Todas las piezas que ya habían llegado al Fórum Evolución de Burgos con el objetivo de ir preparando la muestra, siguieron protocolos de seguridad, de lacrado, de verificación y de firmas de obligado cumplimiento, pero no así el mapa que venía de Palencia.
Cuando llega el vehículo al Fórum Evolución de Burgos, portando la mercancía cultural desde la Catedral de Palencia, la comisaria no sale de su asombro y espeta “no puede ser” con unos ojos altones y las manos en la cabeza. A Burgos había llegado un mapa del Río de la Plata, no el mapa que ella sabía que había en Palencia. Eso sí, minucioso trabajo de papelería el realizado por quien haya sido. Similar color, corte trabajado, peso al milímetro y pegado el mapa falso con todos los detalles. Aquel o aquellos que han decidido llevar parte de la historia de España a un particular salón o, posiblemente, a otra biblioteca cristiana lo han hecho con esmero y han tenido tiempo para hacerlo. Esa es la primera impresión deducible.
¿DÓNDE ESTÁ EL PRIMER DIBUJO CARTOGRÁFICO DEL CARIBE?
Esta redacción ha tenido conocimiento no solamente de la realidad en el escrupuloso, preciso y minucioso trabajo ‘intramuros de la exposición’ de los receptores y por ende expositores de la muestra, sino también de parte de lo realizado por el emisor.
La Catedral de Palencia, sabedora de la calidad histórica de las obras que atesora, cuida con esmero y dedicación todo ese legado, al tiempo que posee parte de la relación de personas que han podido estudiar esa y otras obras literarias. En cambio, según distintas fuentes, admite que la seguridad no es el punto más fuerte, ni es posible saber desde cuándo no está el dibujo cartográfico donde debiera de estar. Es más, según ha podido constatar esta redacción, si Adelaida Sagarra no solicita el mapa para exponerlo en el Fórum Evolución de Burgos, hoy, noviembre de 2021, no nos hubiéramos enterado de dicha desaparición.
Ahora especialistas de la Policía Nacional en delitos relacionados con el patrimonio investigan el paradero del primer mapa del Caribe, del primer dibujo cartográfico que recoge Florida, parte de México, las Antillas Mayores y parte de Sudamérica.
Si en vez de las faldas del Cristo del Otero de Palencia estuviéramos en la abadía de las montañas italianas con el monje franciscano Guillermo de Baskerville, la solución al enigma del mapa que nunca llegó a Burgos podría estar en la custodia del propio mapa.