22/11/2024

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“El urogallo cantábrico no tiene solución, la especie se extingue»

El urogallo cantábrico se extingue irremediablemente. La especie vive una situación crítica, sin que ninguna de las acciones que se impulsan para favorecer su recuperación estén dando resultados positivos. Quedan apenas 300 ejemplares en la Cordillera Cantábrica, y muy pocos machos reproductores. Ese número se sitúa por debajo de la población mínima viable para la supervivencia de esta subespecie por sus propios medios. Ya se ha extinguido en Galicia y en Cantabria, y quedan muy pocos ejemplares en Asturias, pues el grueso de la población está en León.

El futuro del urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus), declarado en peligro de extinción en 2018, se adivina “muy negro”, señala Nicolás López-Jiménez, doctor en biología, ecólogo y delegado de SEO/BirdLife en Asturias.“No hay solución, se extingue. La situación de la especie es terminal, aunque hay que seguir intentando salvarla hasta el final”, apunta Adrián Vigil, presidente de la Coordinadora Ornitológica de Asturias y guarda del medio natural del Principado.

El impacto de las actividades humanas, las infraestructuras, los incendios forestales y la fragmentación del hábitat son las principales causas del declive de la especie. Son factores que se añaden a la endogamia, la baja tasa de natalidad y la elevada mortalidad de los pollos, lo que provoca queno se cubran ya las muertes registradas cada año.

El intento de cría en cautividad, en un centro ubicado en el municipio asturiano de Sobrecobio, ha cosechado fracaso tras fracaso: no se logróreintroducir en la naturaleza con éxito ni un solo pollo desde su apertura, en 2007. A ello se suma el “absoluto secretismo” sobre todo lo que rodea a este centro y, por extensión, al urogallo, denunciado por López-Jiménez, a quien ni siquiera permitieron visitar el edificio cuando únicamente pretendía “ayudar” y aportar la experiencia de la ONG en este campo.

“Ha habido mala gestión”

El delegado de SEO/BirdLife considera que ha habido “mala gestión”, como a su juicio demuestra el hecho de que existen otras experiencias, por ejemplo, en Escocia y Polonia, en las que se han obtenido “resultados positivos”.

El centro de cría de Sobrescobio desarrolla este año un nuevo programa de reproducción en cautividad que da continuidad a las labores iniciadas en 2020. Entonces, únicamente pusieron huevos dos urogallinas de las ocho que tiene el centro. Y de un total de 13 huevos, solo llegaron a nacer cuatro pollos, pero no se logró su supervivencia.

Según López-Jiménez, en Asturias ha habido “mala gestión, porque existen otras experiencias, por ejemplo, en Escocia y Polonia, en las que se han obtenido resultados positivos.

Aquí se han impulsado acciones que no eran urgentes, como el control de predadores”, mientras que no se han realizado otras que a su juicio sí lo son, como “blindar los pocos montes en los que quedan urogallos, limitar las actividades y los usos perjudiciales para la especie, y compensar adecuadamente a quienes se vean perjudicados”.

Entre esas actividades a evitar o limitar señaló las cacerías, las carreras de montaña, la construcción de infraestructuras, los tendidos eléctricos, la gestión forestal, los aerogeneradores eólicos y que no se haya hecho nada para “conectar los montes con presencia de la especie” para revertir la fragmentación del hábitat.

Asturias, sin plan de recuperación de la especie

“Pero lo más grave y sangrante es que en Asturias, donde el urogallo está en peligro de extinción, no haya plan de recuperación de la especie, contra lo que dice la ley. El urogallo se va a extinguir en Asturias sin que tenga plan de recuperación. La política de conservación de la biodiversidad del Principado es nula”, denunció López-Jiménez.

La situación es diferente en Castilla y León: sí hay plan de recuperación y se están corrigiendo los tendidos eléctricos para evitar la muerte de aves como el urogallo. Todo ello “se nota en los montes” castellano-leoneses y en la situación de la especie en esa comunidad, sensiblemente mejor que en Asturias, destacó el dirigente de SEO/BirdLife.

La Junta de Castilla y León está construyendo un nuevo centro de cría en cautividad del urogallo en Valsemana (León). Aunque su apertura se anunció para las primeras semanas de este año, aún no se ha producido.

Adrián Vigil resalta sobre este punto que lo que diferencia a los valles y montes con presencia de urogallos del resto es “la nula presencia humana, de ganado y de venados; la inexistencia de pistas forestales o ganaderas, otras infraestructuras y tendidos eléctricos; y la existencia de robledales, donde hay mucho matorral, lo que supone una defensa mucho mayor para la especie que los hayedos”. Otros expertos sostienen justo lo contrario, que el matorral puede constituir un factor de amenaza para la subespecie.

Los predadores no son el problema

Vigil destaca que los predadores no parecen ser el problema del urogallo: “En los montes en los que está presente hay tantos o más gatos monteses, zorros, martas y lobosque en los demás, así que no son los que están provocando el declive de la especie”.

La caza masiva de machos fue el principio del fin”, señala López-Jiménez, retrotrayéndose al inicio del declive de la especie, que se cazó hasta los años setenta del siglo pasado. “Después hubo un tiempo caza furtiva, pero eso ya se acabó”. Ahora los problemas son otros. Por ejemplo, los vallados y alambrados de espino, que SEO/BirdLife está cambiando por los tradicionales de madera allí donde los propietarios de los terrenos lo aceptan.

Uno de los debates que están sobre la mesa desde hace años es la conveniencia o no de introducir en la Cordillera Cantábrica machos de los Pirineos, donde hay más de 3.000 reproductores (en Francia la especie está catalogada como cinegética). Se han oído opiniones para todos los gustos, desde las abiertamente favorables a las radicalmente contrarias.

López-Jiménez indicó que antes de proceder a la reintroducción de ejemplares se debe “estudiar y evaluar si desde el punto de vista genético es viable”.Porque podría suponer la desaparición de la subespecie cantábrica.

La cría en cautividad, mejor con huevos foráneos

A continuación deberían criarse en cautividad ejemplares procedentes de huevos foráneos, y “y bajo ningún concepto seguir haciéndolo con los de la Cordillera Cantábrica, porque el perjuicio es muchísimo mayor que el beneficio que se persigue”.

Vigil piensa lo mismo. Sabe que aportar genes nuevos podría significar una mayor tasa de natalidad, “pero se acabaría con los genes de aquí, porque la de los Pirineos es otra subespecie”. Cree que, antes de cualquier reintroducción debe analizarse por qué se extingue la subespecie cantábrica. “Cuando tienes un recipiente con agujeros y se te escapa el agua, mejor que volver a echar más será

Desde algunos sectores se han vertido fuertes críticas por el dinero gastado en los últimos años en acciones para intentar recuperar la población de la especie, en especial en el programa Life+ Urogallo Cantábrico (entre 6 y 10 millones de euros).

López-Jiménez resaltó que el programa, capitaneado por el Gobierno central y varias comunidades autónomas y en el que participó SEO/BirdLife, sirvió para recoger “información muy potente” que permitió saber qué estaba pasando con el urogallo. Era una “buena base”, pero “quedaron cosas por hacer”, por ejemplo, “continuar con el proyecto y realizar un censo pormenorizado de la especie para determinar cuántos ejemplares quedan y su área de distribución”.

Fuente: verdeyazul.diarioinformacion.com  Ramón Díaz /  Imagen principal: José Luis Rodríguez

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