El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, se ha mostrado «optimista» con la situación económica gracias a que está siendo un «buen verano» para la región y porque los fondos europeos permitirán que haya recursos para confeccionar un presupuesto «expansivo» para 2022.
En cuanto al verano, ha reconocido que no está siendo como el pasado, en el que el cierre de fronteras hizo batir récords con la llegada de un número de población «desconocido para nosotros», pero los datos muestran que este año «estamos salvando bien la papeleta». A pesar de «las noticias de que éramos los peores» en cuanto a la situación sanitaria y al clima, que «no nos ha acompañado», «creo que estamos haciendo un buen verano», ha dicho.
Revilla ha hecho estas afirmaciones durante su discurso en la celebración del Día de Cantabria, en Cabezón de la Sal, donde ha hecho un repaso a la situación económica y sanitaria de la región, mostrando su «tristeza» por tener que celebrar un acto reducido por las medidas sanitarias, pero también su optimismo porque «probablemente queda poco para que se acabe la pandemia».
Y a diferencia de la «terrible» crisis económica de 2008, de la que España tardó «ocho o nueve años en salir» porque la soportó «sola, sin ningún tipo de ayuda», en esta ocasión Europa ha decidido apoyar a los países con «masas ingentes de recursos», lo que permitirá, a juicio del presidente, recuperar los niveles económicos de febrero de 2020 «en dos años».
También es una «buena noticia» que el Gobierno de España vaya a gestionar el 45% de los fondos europeos y las comunidades el 55%, lo que permitirá a Cantabria elaborar un presupuesto «expansivo» y «atacar los problemas» que tiene en el horizonte. Además, la comunidad espera que con los recursos que tiene que repartir el Ejecutivo central atiendan los «proyectos estrella» de la comunidad, como el polígono de La Pasiega o el nuevo Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC).
Asimismo, el presidente confía en que las áreas de la sanidad y la educación van a quedar «muy reforzadas» después de la crisis gracias a las inversiones en personal y en digitalización y a proyectos como la terapia de protones que está previsto implantar en Valdecilla, convirtiéndose en el único hospital público español con ese servicio.
En contraposición a estas dos áreas impulsadas Revilla se ha referido también a la hostelería, que «lo está pasando mal». «No puedo olvidarme de un sector que me ha atacado duramente y lo entiendo», ha dicho el presidente, que también defiende las medidas sanitarias que reconoce que «han originado muchísimos problemas, dolor a las familias y dolor al presidente».
«Habrá pocos que hayan defendido al sector como yo», pero «cuando Sanidad toma unas normas hay que cumplirlas», ha sentenciado. Además, ha remarcado que el Gobierno cántabro habrá invertido a finales de este año 115 millones de euros para paliar el impacto del Covid en los sectores afectados.
Esto impulsará la recuperación económica a la par que medidas como los ERTEs, sin los que en abril del año pasado «35.000 personas hubieran ido al paro». Y ahora, de esa cifra, solo quedan en Cantabria 2.300 personas en ERTE, ha ensalzado.
En la misma línea, ha destacado un «muy buen dato» del mes de julio, el del número de afiliados a la Seguridad Social en Cantabria, que ha alcanzado los 227.230, una cifra que supone un «récord» en la comunidad e indica que «hay mucha más gente trabajando».
VACUNAR «A TODO EL MUNDO»
Por otro lado, también ha alabado la actuación de Europa en el ámbito de la vacunación. Ha remarcado que «somos privilegiados» por recibir «gratis» la vacuna contra el Covid y eso es «gracias a Europa», que ha destinado para ello 4.600 millones de euros. En este punto ha abogado por extender la vacuna a todo el mundo, porque «de nada nos va a valer que toda Europa esté vacunada en el mes de septiembre u octubre si en África solo está vacunado el 1% y en Hispanoamérica el 3%».
«Hay que vacunar a todos», ha incidido, instando a que se haga «incluso por egoísmo», porque «la gente se mueve y el virus no distingue de razas ni de territorios».