ENTREVISTA con Marcos González López, jefe de Dermatología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y profesor asociado de la Universidad de Cantabria. Informa sobre los indicadores de diagnósticos de cáncer de piel en la región y da consejos para evitar ésta y otras enfermedades dermatológicas que pueden pasar desapercibidas. Asegura que Valdecilla es puntera en el tratamiento de estas patologías y está inmersa en varios proyectos de investigación, propios y compartidos, que confirman su liderazgo en la especialidad de Dermatología.
Si hablamos de cáncer de piel, ¿qué datos barajamos en Cantabria? ¿Han aumentado los casos? El número de pacientes con cáncer de piel diagnosticados y tratados anualmente en nuestra comunidad es elevado, observándose además una tendencia al aumento de la incidencia de casos en los últimos años. Estos datos están en consonancia con los observados en España, donde se diagnosticaron en el último año más de 20.000 casos. La mayoría de estos tumores cutáneos corresponden a cáncer de piel no melanoma, especialmente carcinomas basocelulares y carcinomas de células escamosas. En lo que respecta al melanoma, que presenta un comportamiento más agresivo, la incidencia es sensiblemente menor, aunque también está aumentando. En Cantabria se diagnostican alrededor de 60 casos de melanoma anualmente.
¿Se puede prevenir esta enfermedad? En la aparición del cáncer de piel intervienen factores individuales predisponentes como el tipo y características de la piel que, obviamente, no se pueden modificar. Sin embargo, es indudable el importante papel desempeñado por factores externos, como la exposición inadecuada al sol. En este sentido, seguir estrictamente las medidas de fotoprotección son esenciales y pueden prevenir y reducir notablemente el desarrollo de estos tumores cutáneos.
¿En qué medida afecta el sol en el desarrollo de esta enfermedad? La exposición al sol inadecuada es sin duda el factor de mayor riesgo para el desarrollo del cáncer de piel, considerándose que puede ser responsable de hasta el 80% de los tumores cutáneos. Algunos de estos tumores se relacionan con una exposición solar crónica y prolongada, y sin embargo otros están más relacionados con tomar el sol de manera intensa y esporádica, algo que suele ocurrir durante el verano.
¿Qué otras enfermedades dermatológicas podemos sufrir si no cuidamos nuestra piel? Existen diversas enfermedades cutáneas que empeoran con la exposición solar, como por ejemplo la rosácea. Sin embargo, es importante también destacar que una exposición solar controlada puede resultar beneficiosa para otras enfermedades de la piel como la psoriasis. Hay que destacar también que diversos factores como el estrés, el tabaquismo, o el consumo excesivo de alcohol pueden desencadenar o agravar un gran número de enfermedades cutáneas. Por ello, llevar hábitos de vida saludables son indudablemente también muy beneficiosos para nuestra piel.
¿Es el verano peligroso para la piel? El verano no es peligroso para la piel, siempre que adoptemos las medidas de fotoprotección generales. Así, es fundamental evitar la exposición solar prolongada y en las horas centrales del día, especialmente entre las 12:00 y las 16:00, el empleo de fotoprotectores con factor de protección solar (FPS) adecuados (entre 30 y 50), aplicando la cantidad necesaria, y renovando su aplicación al menos cada dos horas y siempre después del baño. No se debe olvidar tampoco la protección física (gafas, sombreros, gorras…). Además, debe destacarse la importancia de la fotoprotección durante la infancia, dado que los niños son más vulnerables a las quemaduras que constituyen un factor de riesgo para el desarrollo de melanoma.
Danos dos o tres breves consejos para estar alerta ante lunares. Es muy importante que nos acostumbremos a explorar periódicamente la superficie corporal, y reconocer los signos de alarma de los lunares. En este sentido, debemos tener presenta la regla ABCD para detectar lunares de características atípicas (A: Asimetría, lunares de forma no regular; B: lunares de Bordes irregulares o poco definidos; C: diferentes tonalidades de Color en el lunar y D: Diámetro superior a 5 mm). Además, debemos estar atentos e intentar detectar la aparición de nuevos lunares o crecimiento u otras modificaciones en los que ya teníamos. La autoexploración de la piel puede llevarnos sólo unos minutos al mes y con ella podemos ganar años de vida. Por último, en pacientes que presentan factores de riesgo para el desarrollo de cáncer de piel, como los antecedentes personales, la piel clara, antecedentes de fotoexposición importante y/o quemaduras, y un número elevado de lunares es necesario realizar revisiones periódicas en el dermatólogo.
Para terminar, Cantabria es puntera en el tratamiento de muchas patologías ¿también en las dermatológicas? Considero sinceramente que en los hospitales de nuestra comunidad hay especialistas en dermatología altamente cualificados y que la asistencia dermatológica es de gran calidad. En el plano de la investigación, tenemos en desarrollo diversos proyectos de investigación, propios y compartidos con otros servicios, aunque me gustaría destacar nuestros trabajos sobre la hidradenitis supurativa, en la que el servicio de dermatología de Valdecilla es un referente a nivel nacional e internacional.
Fuente texto e imagen: Colegio de Médicos de Cantabria.