Cantabria va a implantar un «innovador» sistema de protección de los menores que estén incursos en un procedimiento judicial como víctimas de violencia, principalmente por malos tratos o abusos sexuales, denominado ‘modelo Barnahus’, palabra islandesa que se traduce como ‘casa de los niños’.
La Consejería de Empleo y Políticas Sociales ha presentado este proyecyo a los fondos europeos ‘Next Generation’ para poner en marcha una experiencia piloto en Cantabria de este modelo para atender, desde una unidad centralizada, a niños y adolescentes víctimas de abuso sexual y maltrato.
Este modelo ha demostrado su capacidad de reducir la victimización secundaria de los menores mediante la atención integral y multidisciplinar. En un único espacio se agrupan profesionales especializados y coordinados que ofrecen todos los servicios que intervienen en un caso de abuso sexual infantil, disminuyendo así la victimización secundaria de los menores y de sus familias.
Así lo ha anunciado la consejera de Empleo y Políticas Sociales, Ana Belén Álvarez, en la inauguración del seminario sobre ‘Prevención de la violencia sexual contra la infancia y adolescencia desde el sistema de protección’ que se celebra en el Palacio de Festivales de Cantabria y que reúne a más de 900 profesionales de todo el mundo, conectados de forma telemática.
El encuentro cuenta con ponentes de gran prestigio y en él se ha hablado también de la nueva Ley orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia (publicada el pasado sábado 5 de junio y que entrará en vigor antes de finalizar el mes).
En su intervención, la consejera ha puesto el acento en la necesidad de seguir abordando los problemas relacionados con los riesgos de explotación sexual de los niños y adolescentes y de buscar la implicación de la población general para que tome conciencia del problema. Al respecto, se ha referido al Programa de Apoyo Integral a las Familias (PAIF) que Cantabria está desarrollando de forma exitosa.
Asimismo, ha recordado que la explotación sexual y comercial de la infancia y la adolescencia (ESCIA) «es un fenómeno muy complejo y que no obedece a una única causa», por lo que «no puede afrontarse con éxito si se entiende como un problema vinculado solo a los centros residenciales».
En ese sentido, ha indicado que otras instituciones, como los centros educativos, de salud o los Servicios Sociales de Atención Primaria, también juegan un papel muy relevante en la detección temprana de estas situaciones, junto con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y el sistema de Justicia, «herramientas fundamentales» para perseguir y sancionar a las redes de trata y explotación sexual.
BARNAHUS ‘CASAS DE LOS NIÑOS’
Las ‘casas de los niños’ es un modelo que empezó a aplicarse en los Estados Unidos en la década de los 80, pero que tuvo su desarrollo completo en el norte de Europa cuando en 1998 aparecen en Islandia, con una primera casa que incluyó la entrevista forense grabada ante un representante del ámbito judicial para garantizar que la prueba obtenida es válida para el juicio y que el menor no debe volver a declarar.
Con Barnahus todos los profesionales que intervienen en un caso de abuso sexual infantil (trabajadores sociales, psicólogos, médicos, policías y jueces) se coordinan, reciben formación especializada y se desplazan hasta espacios de entorno amigable para niños y adolescentes, las denominadas ‘Barnahus’, casas o edificios situados en zonas residenciales, alejadas de comisarías, hospitales o dependencias judiciales donde se protege a los menores de la revictimización que provoca el proceso judicial, del estigma y de los abusadores.
SEMINARIO
El seminario sobre prevención de violencia sexual a menores pretende analizar las necesidades que, desde el ámbito del desarrollo sexual y de género, presentan los menores atendidos por el sistema de protección y reflexionar sobre la manera en que el Sistema de Protección a la Infancia y Adolescencia deben abordarlas.
Busca igualmente conocer las aportaciones que hace la investigación nacional e internacional sobre las diferentes formas de violencia sexual contra la infancia y adolescencia y sus implicaciones para la mejora de la intervención desde el sistema de protección.
Otro de sus objetivos es compartir experiencias y las buenas prácticas que se están llevando a cabo en otros territorios para elaborar un documento de conclusiones que marque las líneas prioritarias de trabajo para prevenir e intervenir ante la violencia sexual contra la infancia y adolescencia.
Esta iniciativa de la Consejería de Políticas Sociales ha contado con participantes de toda España, así como con representantes de nueve países europeos y latinoamericanos. Además del seminario, la Dirección de Políticas Sociales ha organizado dos actividades complementarias: un taller sobre intervención con niños y adolescentes LGTBQ+ que ha impartido el profesor Gerard P. Mallon y que está dirigido a personal educativo de los centros de acogimiento residencial.