La familia cántabra atrapada por el coronavirus en Vietnam cuando fue a por su hija adoptada ha cambiado de planes y se quedará finalmente en el país asiático hasta que se reanuden los vuelos comerciales con Europa, después de haber rechazado la «última oportunidad» que les han ofrecido para regresar a España y que implicaba «vivir tres días» en un aeropuerto alemán con un bebé de 17 meses y una niña de 7 años.
«Nos vamos a quedar aquí. No podemos pasar tres noches en un aeropuerto con dos menores. Me parece un despropósito», explica desde Hanoi y a través de WhatsApp a esta agencia el padre, Eduardo Perrino.
En conversación por mensajería instantánea con Europa Press, recuerda que antes de tomar esa decisión habían acordado volver esta semana gracias a un vuelo de repatriación organizado por Alemania.
El avión saldrá esta madrugada (1.30 horas) desde la capital vietnamita a Ho Chi Minh, al sur del país, y de allí partirá a Frankfurt, donde tiene previsto aterrizar el miércoles a las 12.45 horas.
Una vez en la ciudad alemana iban a enlazar, esa mismo día o si no el jueves a primera hora de la mañana, con Barcelona, donde habían planeado alquilar un coche para llegar hasta su domicilio, en Castro Urdiales.
Pero ya no puede acceder a la ruta europea: «No sabemos si se ha cancelado, si se han acabado las plazas. Nadie nos dice nada claro», se queja por teléfono el progenitor, que indica que tras esta posibilidad -«ideal» para alemanes pero una «aventura» para españoles- no podrían volar a nuestro país hasta el 11 de abril.
COSTES DE LOS VUELOS Y UN HOTEL EN FRANKFURT
Explica que, a cambio, y para evitar que el matrimonio tuviera que pasar tres días en un aeropuerto con sus dos hijas pequeñas, les habían ofrecido como «única opción» alojarse en un hotel de Frankfurt, que cuesta 400 euros la noche, es decir, 1.200 en total.
El desembolso del hospedaje se sumaría al del vuelo de repatriación -700 euros por persona- y a la conexión europea, otros 380 euros más «por cabeza», según detalla Perrino.
«No podemos soportar esa economía a día de hoy. Nuestra opción es quedarnos aquí», asegura desde Hanoi, donde entiende que se quedará junto a su mujer y sus hijas -«a nuestra suerte»- hasta que reanuden su actividad las aerolíneas comerciales.
PERIPLO
Precisamente, la familia se vio atrapada en el país asiático cuando la compañía -Vietnam Airlines- con la que habían volado el 9 de marzo para recoger a su hija adoptada canceló antes del regreso -previsto el día 21 de ese mes- prácticamente el 95% de las rutas con Europa, que en principio no iba a retomar hasta finales de abril.
Así, al no poder volver a España, decidieron quedarse en Hanoi hasta que se normalizase el «caos» que el Covid-19 ha generado en la Unión Europea. «No vamos a iniciar ningún viaje que no esté garantizado de principio a fin», avisaba entonces el padre de esta familia, sumida en «un sinvivir», al estar «todo el día pendientes de vuelos de repatriación».
La embajada les facilitó la prórroga del visado, pues con el que realizaron el viaje inicial -con un paquete cerrado- les caducaba este mismo 7 de abril.
Imagen: Hanoi, archivo.