«Quien tenga la desgracia de acompañar a un familiar ingresado va a tener el coste añadido de tener que pagar por aparcar en la calle»
Partamos del hecho de que una empresa privada está autorizada para cobrarte por aparcar en la calle que el ciudadano ya está pagando con sus impuestos ya es una situación que, en si misma, no tiene ninguna lógica. El sentido común más elemental dice que nos están robado y, sin embargo, ahí tenemos a nuestros representantes políticos que no sólo lo ven como lo más natural del mundo y que, además, te explican que lo hacen por tu bien.
La explicación en si tiene miga, resulta que en el centro de la ciudad no hay sitio suficiente para aparcar y como resulta que son unos absolutos incompetentes incapaces de solucionar el problema legislatura tras legislatura, a alguna mente privilegiada (nótese la ironía) de los que nos gobiernan se le ha ocurrido, en algún lugar, en algún momento, que la solución está en encargar la gestión y el cobro de aparcar por turnos varios vehículos en un mismo espacio (los malpensadores podrían discernir que es de algún amiguete) a una empresa privada.
En un primer momento se nos vendió por parte de nuestros representantes que ésta era la solución idónea para lugares muy céntricos, concurridos y con mucho comercio el cual, se supone, debía de resultar favorecido por la rotación forzosa y nada más lejos de la realidad.
En OlaCantabria siempre nos ha causado asombro y mucha desazón comprobar que somos la única fuerza política que se opone a este expolio en Santander, pero estas últimas semanas la cuestión ha ido más allá de lo imaginable.
Por lo visto la empresa no recaudaba lo suficiente en la ciudad (la avaricia y lo insaciable van de la mano) y es entonces, con la complicidad del equipo de gobierno, que deciden extender el atraco por toda la ciudad, ocupando el cáncer azul barrios residenciales que no están precisamente en el centro y en los que la cuestión del comercio no puede servir ya de coartada; sin ir mas lejos una de las calles a “contaminar” con esta lacra es Cardenal Herrara Oria que no tiene un solo local comercial. En estos casos se suele alegar que lo piden los vecinos usándoles de parapeto y excusa a conveniencia de la señora alcaldesa.
Y así, pasito a pasito, llegamos al último despropósito, un escándalo que si no fuésemos una sociedad adormecida sería suficiente para que la actual regidora no volviera a ganar unas elecciones nunca más.
Resulta que la señora alcaldesa del Ayuntamiento de Santander ha tenido la feliz idea de convertir todos los alrededores del Hospital Universitario Marques de Valdecilla en zona azul, ignoramos si el hecho de que en las cercanías haya un parking (privado) casi vacío haya pesado algo en la decisión; pero lo cierto es que quien tenga la desgracia de acompañar a un familiar ingresado va a tener el coste añadido de tener que pagar por aparcar en la calle y, además, sufrir la incomodidad de cambiar cada cierto tiempo el vehículo de sitio; es difícil encontrar una medida tan injusta y tan miserable si no hubiéramos leído las declaraciones de esta señora a posteriori sobre las quejas emitidas de los trabajadores, que obviamente se ven muy afectados y que rayan la indecencia. Y es que, según ella, el que los trabajadores cobren un sueldo justifica que puedan y deban pagar un parking.
Tener tan poca empatía y tanta dosis de desprecio hacia familias en situación de vulnerabilidad y hacia los trabajadores sanitarios demuestran el calado de la Señora Igual. Qué lejos quedan los ecos de aplausos en pandemia y los reconocimientos.
Autor: Juan Ramón Carrancio Dulanto / Portavoz Autonómico OlaCantabria