«Abandonad toda esperanza, quienes aquí entráis».
«La agresión fiscal que los contribuyentes aguantan en los últimos años se concreta en la subida de 81 impuestos»
Finalizada la dictadura, en democracia, España creció entre 1977 y 2004 hasta situarse en el 98 % de la media de la Unión Europea en poder de paridad de compra. Fue el esfuerzo de los españoles y la acción de los Gobiernos de Suárez, Calvo Sotelo, Gonzáles y Aznar quienes hicieron avanzar a la Nación española.
A partir del año 2004 es cuando España comienza a declinar con los boludos gobiernos de Rodríguez Zapatero, que con Pedro Solbes de amanuense mayor pontífice de la mentira política incubaron la terrible crisis 2008-2011, en donde los españoles ajenos a una situación que se les ocultaba tomaban decisiones económicas que creían racionales.
Esta situación de crisis facilitó el acceso al Gobierno de la Nación de un Mariano Rajoy que con un trancredismo político imperdonable dilapidó una absolutísima mayoría política, para posteriormente ser desalojado del Gobierno por una moción de censura que una «oportuna morcilla» en sentencia judicial provocó.
A estos años de los gobiernos de Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy se han unido los últimos seis, en donde una situación socio económica que cabalga a lomos de la inseguridad jurídica y la inestabilidad política, ha convertido a las personas y familias, los autónomos y las empresas en víctimas a las que arrebatar su dinero para mantener políticas en donde la deuda, el aumento de funcionarios empleados y el gasto público consumen cada vez más dinero, llevando a la nación hasta un endeudamiento superior al 110 % del Producto Interior Bruto, sin contar la deuda oculta que bajo metodología «facturas en los cajones» acostumbran a utilizar las AA.PP.
Para afrontar la situación, renovaciones de deuda y un pago de intereses superior a los treinta mil millones de euros, las medidas adoptadas han tomado un camino de servidumbre insoportable para la gente: más impuestos, nuevos impuestos y subida de impuestos ya existentes.
La agresión fiscal que los contribuyentes aguantan en los últimos años se concreta en la subida de 81 impuestos, que no se han deflactado con la inflación, lo que ha supuestos una escalada del 19 % , además de las 46 nuevas medidas recaudatorias previstas para este 2025 que acabamos de iniciar.
El abuso que los contribuyentes han soportado en los últimos años tiene cifras de escalofrío. Las subidas de impuestos se han situado en el umbral de los diez mil millones de euros únicamente en IRPF, subidas que en cotizaciones han superado los ventitres mil, acompañado esto con otros veintisiete mil millones de aumento como consecuencia del efecto de la inflación del que ha sacado buen provecho el gobierno no procediendo a realizar un ajuste impositivo, que traducido a los hogares españoles les ha supuesto a cada unos de ellos un aumento de más de dos mil euros.
Cómo se ha llegado a tal vampirización se explica viendo cómo se ha actuado creando nuevos impuestos: Tasa Google; Tasa Tobin; Canon Digital; canon hidroeléctrico; impuestos al plástico; gravamen a residuos; impuestos grandes fortunas; impuesto a la banca; impuestos a compañías energéticas….
Estos son los nuevos impuestos, pues subidas hemos soportado seis de IRPF, otras cuatro en el Impuesto de Sociedades, dos subidas de hidrocarburos, otra sobre Patrimonio, que también se ha producido sobre el IVA de las bebidas azucaradas, igual suerte que las Primas de Seguros, las Tasas de matriculación o el gravamen sobre gases fluorados.
No finaliza aquí el afán recaudatorio ni la pulsión totalitaria sobre el dinero del común, la modificación sangrante de los valores catastrales ha permitido aumentar impuestos que afectan a bienes inmuebles, transmisiones patrimoniales, actos jurídicos documentados, sucesiones, patrimonio, donaciones y ¡por supuesto! Plusvalías Municipales. Impuestos estos, que han sido coronados por diecinueve, sí, ¡diecinueve! Subidas de las cotizaciones sociales tanto de Régimen general como de los autónomos.
En fin, esta es la realidad, la que destruye la riqueza atacando las fuentes productoras en base a la trasnochada dialéctica de ricos contra pobres, esto en la Europa del siglo XXI.
La lucha no es únicamente contra el dinero de la gente, lo es contra las libertades. Desde hace pocas fechas los ciudadanos ante cualquier viaje, alquiler de vehículo o estancia hotelera tendrá que dar al Gobierno hasta cuarenta datos personales y privados: DNI; Tarjeta con fecha de caducidad; cuenta bancaria; domicilio; teléfono; correo electrónico y así, hasta los dichos cuarenta datos, que como desarrollo de la liberticida «Ley Mordaza» nos coloca indefensos en manos de los poderes públicos.
Es entonces, o no, ¿un infierno? Aunque la mayoritaria sumisa población española lo soporta sin alzar la voz en este camino hacia la distopia.
Autor: Alfonso del Amo-Benaite. Consultor de Mercados & Marketing.