SANTANDER ESTÁ SIN CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD DESDE DICIEMBRE DE 2019
«La alcaldesa Gema Igual asistirá el miércoles a los actos con los que Santander homenajeará al que fue su cronista oficial durante 37 años, “el querido y admirado” Benito Madariaga de la Campa, fallecido el pasado mes de diciembre» de esta forma Santander despedía en diciembre de 2019 al último cronista oficial que ha tenido la ciudad de Santander. Desde entonces, Benito Madariaga de la Campa, vallisoletano de nacimiento, no ha encontrado sucesor y la ciudad, por ende, sigue sin cronista oficial.
Ejerció de cronista oficial de Santander desde febrero de 1982, sucediendo a Simón Cabarga, aunque su nombramiento como tal se produjo con arreglo al nuevo Reglamento de Honores y Distinciones aprobado por el Pleno municipal el 30 de marzo de 2000.
FUNCIONES DE UN CRONISTA OFICIAL
El origen actual del Cronista Oficial, sucesor de los prestigiosos cronistas de los Reinos y de las Indias, data de mediados del siglo XIX. Valencia, Barcelona y Madrid fueron las Corporaciones pioneras en conformar su moderna figura. Los nombres de Vicente Boix, Víctor Balaguer, Mesonero Romanos, Echegaray y Zorrilla brillan con luz propia en el universo cronístico decimonónico, pero ha sido a partir de la Transición restauradora de la democracia cuando han proliferado sus investiduras. El cronista es ante todo un catalizador de la memoria, en cuya empresa debe haberse distinguido con anterioridad a su nombramiento. Pero también es y debe ser un defensor de la cultura y de la tradición, y como tal faro y guía de las corporaciones que lo hayan designado o lo designen.