Patricia Mecerhane: Endocrinóloga de Valdecilla y presidenta de la Comisión de Nutrición del hospital de Valdecilla<
La doctora Patricia Mecerhane Ricciardi estudió Medicina en Venezuela, acabó la carrera en 2008 y y realizó la especialidad de Endocrinología en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander. En el 2014 acabó la residencia y en la actualidad trabaja como endocrinóloga en en hospital cántabro, donde también preside la Comisión de Nutrición. En esta entrevista para el Colegio de Médicos de Cantabria la experta repasa los hábitos alimentarios, que tanto influyen en la salud, con motivo del Día Mundial de la Dieta Mediterránea que se celebra el 13 de noviembre.
-Esta semana se celebra el Día de la Dieta Mediterránea y de las alergias alimenticias ¿por qué han aumentado tanto este tipo de alergias? Han aumentado las alergias porque ahora existen métodos para el diagnóstico y antes no existían, pero las alergias siguen siendo las mismas. Además, ahora la gente esta más sensibilizada y busca las causas de sus síntomas. Las enfermedades alimentarias previamente eran un cajón de sastre desconocido sin posibilidad de hacer pruebas para diagnosticarlas y, sobre todo, sin posibilidad de modificar la dieta o de contar con productos especializados que eran bastante escasos. Ahora las alergias e intolerancias son más visibles, se diagnostican más, también es verdad que en el algunos casos estamos viendo dietas muy restrictivas y supresión de muchos alimentos sin tener documentada ninguna alergia real, eso puede ser muy peligroso ya que existe un elevado riesgo de desnutrición. No debe suspenderse la ingesta de alimentos básicos sin un diagnóstico clínico que lo justifique.
-Y ¿sigue siendo la dieta Mediterránea la más saludable? Sigue siendo, yo soy defensora 100% de ese estilo de alimentación. Qué suerte tenemos en España de ser tan mediterráneos y bendita dieta Mediterránea, que está en lo alto de la cúspide de las dietas y la quieren copiar en otras zonas alrededor del mundo. La suerte que hay aquí es que con los productos locales tenemos cubiertas el 100% de las necesidades y no falta de nada para hacer una nutrición adecuada y correcta. El lujo del aceite de oliva, que es el pilar de esta dieta, hay que destacarlo. Es una pena que los precios actuales lo hagan un artículo casi de lujo, pero confío en que vuelva a estar al alcance de cualquier familia. Las legumbres de toda la vida aportan fibra y proteína de alto valor biológico, vitaminas y minerales en granos tan pequeños, y los pescados, tanto los azules como los blancos, que tienen cantidad de proteínas bajas en grasas y de omega 3. Eso es el mejor alimento para el cerebro y para proteger el sistema cardiovascular. Es un seguro de vida porque, sin duda, somos lo que comemos. Y cuantas posibilidades hay con las frutas y verduras que se tienen en cada temporada y que pueden acompañar perfectamente cualquier plato, incluso ahora pueden ser el entrante o el principal y no echar de menos casi ningún nutriente.
Desde luego, en la dieta Mediterránea destaca la cocción lenta, los guisos y las cosas hervidas en puchero, eso hace que los aditivos químicos o las grasas polisaturadas casi no existan, y de ahí el gran beneficio, no hacemos nada con excelente producto si la forma de cocción no es la correcta, todo suma.
-En los últimos años los hábitos alimentarios han cambiado mucho, por ejemplo, cada vez son más los ciudadanos que toman suplementos ¿qué opina de ellos? Los suplementos nutricionales son buenos pero solo si se necesitan en realidad, si necesitas generar músculos porque eres deportista de élite y la carga muscular es elevada se justifica, por ejemplo, algún suplemento proteico, pero realmente tomando las cantidades adecuadas de alimentos se puede llegar a obtener todo lo necesario.
Otra parte distinta es la gente que tiene alguna patología que genera mala absorción intestinal, entonces sí que se justifica y es necesario suplementar, o en personas con déficits congénitos de alguna enzima, trastornos metabólicos severos que necesitan un extra. Pero no es una necesidad que sea general ni que todo el mundo deba tomar por mera costumbre o moda. Hay que tener cuidado ya que los excesos pueden producir toxicidades, daños renales o hepáticos que pueden ser irreversibles. Hay que ser cautos y, desde luego, dejarse asesorar por profesionales expertos o solo tomar suplementos cuando sean realmente necesarios.
-También se han puesto de moda los ayunos intermitentes ¿son buenos en tu opinión? En mi opinión, no son aconsejables para todo el mundo. En los últimos congresos de Endocrinología y Nutrición hemos asistido a distintas charlas al respecto y yo al revisar la evidencia que hay publicada no hay datos concluyentes que nos ayuden a decir si funciona o no. De hecho, no se recomienda de forma reglada. Pero es verdad que ha tenido muy buena publicidad y creo que se ha extendido a nivel mundial esa costumbre. El ayuno intermitente puede funcionar de forma puntual y por un corto periodo de tiempo para obtener una pérdida de peso rápida en el tiempo, pero ese beneficio no es sostenido. Hay pacientes con algunas patologías como la diabetes que usan insulina en los que no se recomienda, y en enfermos con enfermedad renal severa desde luego no se debe realizar ya que genera muy alto riesgo de acidosis metabólica. Tampoco es recomendable en personas mayores y polimedicadas ya que los efectos adversos pueden superar los beneficios.
-¿Y las dietas basadas básicamente en el consumo de proteínas? Las dietas hiperproteicas nos han acompañado desde hace muchos años, es la mejor manera de reducir la ingesta calórica y bajar de peso, todas las dietas hipocalóricas son siempre algo hiperproteicas para que se puedan ver beneficios en el peso. Pero una dieta basada solo en la ingesta de proteínas lo primero no es segura ya que hay riesgo de acidosis y daño renal, y segundo y mas importante, la perdida de peso seria rápida pero efímera, en poco tiempo si el paciente ingiere nuevamente hidratos de carbono el rebote en el peso puede ser muy significativo.
Lo mejor es reducir los hidratos de carbono, pero siempre consumir verduras, algo de legumbre y cereales integrales, algo de proteínas y algo de grasa saludable, con ello conseguimos perdida de peso sostenible en el tiempo y con equilibrio desde el punto de vista nutricional. El porcentaje habitual de las dietas mediterráneas normales son: 60% hidratos de carbono, 30% de proteínas y 10% de grasa saludable. Si quisiéramos hacer un régimen para perder peso se podría bajar el hidrato de carbono al 40- 50% y subir el aporte proteico al 40%.
-Valdecilla es un hospital líder en muchas especialidades ¿también lo es en Endocrinología? Estamos trabajando en ello. No sé si somos líderes pero desde luego trabajadores sí. Estamos atendiendo muchísimos pacientes al día y nos comprometemos con lo que hacemos, todos los profesionales que trabajan en Endocrinología son médicos integrales y comprometidos con el sistema sanitario y sobre todo con el paciente. Tenemos personas dentro del Servicio que están apostando por la investigación en Medicina, cosa que siempre aporta un plus en cuanto a innovación y compromiso científico, y personas que llevan muchos años ejerciendo la Endocrinología con sus múltiples cambios en la tecnología, en la medicación. Estoy segura que somos de las especialidades en donde cada año hay novedades terapéuticas y herramientas tecnológicas que debemos incorporar a nuestro día a día .
Debo hacer especial mención al trabajo multidisciplinar que debemos hacer en conjunto con enfermería, dietistas y auxiliares para que la atención al paciente sea completa, sin trabajar en equipo con ellos sería imposible, y también a los residentes, que nos hacen aprender cada día y son pieza importante en la realización de la asistencia, ellos nos hacen estar siempre en movimiento y en continuo aprendizaje.
-Para terminar, ¿cuáles son ahora los objetivos a medio plazo del servicio de endocrinología de Valdecilla? El objetivo es siempre el mismo: ayudar a los pacientes a estar mejor, ese es el objetivo número uno. A veces se nos olvida, y queremos ser pioneros en tecnología, o en poner cuanto más tratamiento nuevo y mejor, publicar artículos en revistas internacionales, hacer proyectos de investigación o tesis doctorales, que en ello estamos y trabajo nos cuesta, pero nuestra prioridad y principal objetivo debe ser el bienestar del paciente.
En nuestras manos hay gente que tiene enfermedades crónicas y no siempre tienen solución, pero al menos podemos ayudarles a estar lo mejor posible. Ir a casa con la sensación de que estamos haciendo las cosas bien, es un reto complejo. Además, tenemos como objetivos seguir tendiendo la mano a compañeros de otras especialidades, formar y hacer equipo, hacer un hospital sin barreras también de puertas para adentro.