En 2023 se realizaron 4.100 controles de alcohol y drogas en la región, de los cuales 117 resultaron positivos
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha anunciado el inicio de una Campaña Especial de control de la tasa de alcohol y la presencia de drogas en conductores, que se llevará a cabo desde hoy lunes 19 hasta el domingo 25 de agosto en todo el territorio nacional. Esta iniciativa forma parte de las Campañas y Operaciones de Vigilancia y Control programadas para el año 2024.
El alcohol es un factor determinante en un tercio de los accidentes mortales de tráfico. Conducir bajo los efectos de esta sustancia no solo incrementa entre 2 y 15 veces el riesgo de sufrir un accidente, sino que también agrava la mortalidad y la gravedad de las lesiones en caso de accidente. Por su parte, el consumo de drogas como cannabis, cocaína, anfetaminas y metanfetaminas es también un comportamiento recurrente y altamente peligroso entre los conductores.
Como en anteriores campañas, la Guardia Civil de Tráfico se encargará de realizar los controles en las vías interurbanas. Para las vías urbanas, la Jefatura Provincial de Tráfico en Cantabria ha solicitado la colaboración de los principales municipios de la región que disponen de equipos para la detección de alcohol y/o drogas. De este modo, 17 ayuntamientos se han sumado a esta iniciativa. Durante la campaña del año pasado, se realizaron un total de 4.100 controles de alcohol y drogas en la región, de los cuales 117 resultaron positivos, lo que subraya la importancia de mantener y reforzar este tipo de acciones preventivas.
Con esta Campaña Especial, la DGT reafirma su compromiso con la seguridad vial, subrayando que la única tasa segura de alcohol al volante es 0,0%. Se espera que esta acción conjunta ayude a salvar vidas y a concienciar a la ciudadanía sobre los riesgos de conducir bajo la influencia de sustancias psicoactivas. De este modo, esta iniciativa tiene como objetivo reducir la siniestralidad vial y avanzar en la Estrategia Española de Seguridad Vial 2030, la cual promueve una política de «Tolerancia cero» frente a los comportamientos de riesgo.