Cantabria debe mantener su posición en el Sistema de Financiación Autonómica, «sin perder ni un euro», pero «sin dejar de recibir un euro menos de lo que va a necesitar»
La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha apelado al “patriotismo regional” y la unidad para defender el interés general de la comunidad autónoma y evitar que la “España desigual siga creciendo”. Durante su intervención en el Día de las Instituciones, que se ha celebrado hoy en Puente San Miguel (Reocín), Buruaga ha reclamado “sumar esfuerzos” y “remar en la misma dirección” para que Cantabria mantenga su posición en el Sistema de Financiación Autonómica, “sin perder ni un euro”, pero “sin dejar de recibir un euro menos “de lo que va a necesitar.
Buruaga, que ha presidido en el Parque de La Robleda el acto que conmemora la aprobación de las Ordenanzas de Cantabria del 28 de julio de 1778, ha pedido al Gobierno de España multilateralidad, “porque en los asuntos de Estado no caben diálogos bilaterales ni secretos”; suficiencia financiera, “porque nadie debe perder o todos tenemos que ganar”; y garantía de acceso a los servicios públicos en función del coste efectivo de los mismos, “porque no se puede utilizar el sistema de financiación autonómica para poder y votos, en lugar de para garantizar servicios básicos iguales para todos”.
Para Buruaga, que reiteradamente ha reivindicado la salvaguarda de los derechos, libertades y las oportunidades para todos los cántabros, merece la pena que “todos, juntos” defendamos “nuestras legítimas aspiraciones como región”, que pasan, según la presidenta, por solucionar las carencias en infraestructuras, combatir las amenazas sobre la industria electro-intensiva, que necesita competir en condiciones de igualdad, sobre sectores estratégicos como el ganadero, tras la protección del lobo, o dar solución a la “clamorosa” falta de planificación y profesionales en la sanidad pública.
“Los cántabros –ha subrayado- no queremos ser más que nadie, pero tampoco menos”, por lo que “no podemos aceptar” un trato distinto, “ni consentir” ventajas si suponen una discriminación o desprecio para Cantabria.
Pacto de región y cooperación interadministrativa
En su alocución ante los presentes en Puente San Miguel, Buruaga ha recordado su apuesta “como nunca” por el dialogo político y social, y por un proyecto de región compartido, en el que la palabra “más repetida” es pacto: de presupuesto, para la sanidad, con el sector ganadero, para la justicia, la educación y la universidad. Además, para la presidenta cántabra, hay unanimidad, cuando no “abrumadora mayoría”, en las votaciones parlamentarias, y una relación “fluida y real” basada en el respecto y la equidad con los 102 ayuntamientos de Cantabria, “que son claves en la vida de nuestra Comunidad”.
Incluso, ha añadido, “estamos siendo capaces de entendernos con la Administración General del Estado” y, tras meses de negociación, Cantabria ha alcanzado un “acuerdo en la Comisión Bilateral de Cooperación” entre el Estado y la Comunidad Autónoma para resolver las discrepancias sobre la modificación de la Ley del Suelo y, de hecho, ha anunciado, el régimen de construcción de la vivienda unifamiliar aislada en suelo rústico está ya fuera de discusión y ha sido avalado por el Gobierno Central. “El camino de la seguridad jurídica está despejado”, ha añadido.
Detrás de todos estos logros “con actitud constructiva” subyace, según Buruaga, “nuestro compromiso inquebrantable con Cantabria” y, de hecho, una excelente noticia como esa en un día como hoy, sirve para poner en valor “la utilidad y eficacia de nuestras instituciones”, puesto que las legítimas diferencias de opinión “no pueden ser excusa” para enrocarse y no trabajar por la mejora de la región.
Citius, altius, fortius, una Cantabria imparable, unida, abierta y sin complejos
Queda claro, pues, y así lo ha reiterado la presidenta de Cantabria durante todo su discurso, que la unidad es fortaleza, y el mejor ejemplo es el de los junteros de los nueve valles. “Seamos fieles a su legado, a nuestra historia, a la voluntad de autogobierno y a la idea de una España de iguales en convivencia y libertad, y defendámoslo”. Como ejemplo son también los 11 deportistas cántabros que participan en los Juegos Olímpicos de Paris, “que a todos nos llenan de orgullo”, porque son la mejor muestra de los que somos capaces de hacer cuando nos lo creemos y nos lo proponemos. “Demuestran –ha dicho- el talento cántabro, nuestra capacidad de sacrificio y de superar retos y el resultado de la cultura del esfuerzo”.
Por eso, Buruaga ha hecho suyo el lema olímpico, ‘Citius, altius, fortius’, más rápido, más arriba, más fuerte, como enseña para el desarrollo regional, para el proyecto de avance económico, social y cultural para Cantabria. “Queremos avanzar deprisa, llegar más alto que nunca, ser más fuertes y resilientes en un mundo de cambios y, también, de incertidumbres”.
Cantabria quiere ser una Comunidad imparable, unida y abierta, sin complejos, y ajena a cualquier otro interés que no sea su legítima ambición de prosperidad y deseo de contribuir al desarrollo de España. De hecho, en palabras de la presidenta, Cantabria está inmersa en la etapa inicial de un profundo cambio para bien, “un gran salto adelante”, hacia una Cantabria “pujante y próspera” con más oportunidades para todos y en la que nadie sobra.
De hecho, las expectativas de crecimiento económico y del empleo son “alentadoras”, un volumen de inversión pública sin precedentes y el horizonte de las inversiones privadas se ensancha cada día. Además, Cantabria “ha emprendido un proceso de modernización y ha empezado a enderezar los servicios públicos esenciales, poniendo el foco en una política sanitaria que dé a los cántabros la asistencia que merecen y resuelva de una vez por todas los conflictos profesionales y las listas de espera. También, ha dicho, se está aplicando racionalización y eficiencia en la gestión y en el funcionamiento de la administración “con tiempos más acordes a los de la empresa y los ciudadanos”.
Acelerar el cambio
La presidenta ha recordado que su equipo está abordando “todos los déficits” que aquejaban a esta tierra, por lo que ha apelado a “arrimar el hombro” para que el cambio se acelere. De forma especial, ha reclamado que el “Gobierno central también funcione” y que los grandes proyectos y desafíos de Cantabria se puedan abordar sin que una quiebra de la igualdad entre españoles y de la solidaridad entre regiones pueda dar lugar a “una España de dos velocidades” en la que nuestra Comunidad Autónoma pueda verse relegada.
En esta línea, y como riesgos y amenazas que ponen en peligro este equilibrio, se ha referido a los privilegios económicos unilaterales, la menor inversión del Estado o el deterioro de la seguridad jurídica, y por ello, ha urgido al Ejecutivo central a emprender una acción legislativa y elaborar unos presupuestos generales, así como a dotarse de instrumentos de diálogo y políticas de cooperación con las autonomías, en definitiva, ha recalcado, “necesitamos un Gobierno que gobierne y que lo haga para todos”.
Aunque ha asegurado que su Ejecutivo trabajará desde el “acuerdo y la leal colaboración” con todas las Administraciones, también ha señalado que “si no se respeta y atiende a Cantabria, este Gobierno no se va a quedar callado ni parado”, y que se rebelará “ante quien se tenga que rebelar” para defender el mismo trato, los mismos derechos, las mismas inversiones y oportunidades que a los demás.
Para Buruaga la Comunidad Autónoma está “por encima de todas las ideologías y de cualquier sigla política” y ha subrayado que el camino por recorrer en esta primera etapa de transformación es “largo”, pero ha animado a atravesarlo por competo “sin dejar a nadie atrás y sin que nadie se haga a un lado”. Tal y como ha afirmado, las instituciones son de “todos y se gestionan para todos”, por lo que ha apelado a que toda la sociedad de esta tierra, en un ejercicio de responsabilidad, colaboración y sensibilidad y, especialmente, con “sentido de Estado y de futuro”, trabaje unida, cada uno desde su espacio de compromiso, en este cometido. “Este es mi compromiso y mi mayor deseo, que los cántabros trabajemos unidos para mejorar la vida de los cántabros”.
El acto institucional
El acto institucional se ha seguido en directo a través de los perfiles del Gobierno de Cantabria en redes sociales y ha comenzado con el izado de la bandera de Cantabria por parte de la presidenta, al son de la canción ‘Viva la Montaña’, interpretada por el Grupo de Gaitas La Montaña, bandera que, como todos los años, ha entregado el Parlamento de Cantabria al Ayuntamiento de Reocín y portada por una pareja ataviada con trajes regionales.
Antes de la intervención de Buruaga, han tomado la palabra el alcalde de Reocín, Pablo Diestro; el representante de las Casas de Cantabria, Merino Mayor de los Nueve Valles 2024, Serafín Fernández Vallejo; y un representante de la Asociación ‘El Pleito de los Nueve Valles’, que ha leído el poema ganador del II Concurso de Poemas, ‘El Eco de los Nueves Valles’, de Alma María Álvarez Cruz, para a continuación proceder a la lectura de los discursos de las autoridades.
Así, han intervenido la delegada del Gobierno en Cantabria, Eugenia Gómez de Diego, y la presidenta del Parlamento de Cantabria, María José González Revuelta.
Al término de su mensaje institucional, la presidenta Buruaga y el merino mayor han depositado una corona de tejo y roble, símbolo de la unión entre la Cantabria antigua y la moderna, ante el monolito levantado junto a la Casa de Juntas “en recuerdo a los que persiguieron la unidad de los valles y jurisdicciones cántabras”, al mismo tiempo que el Grupo de Gaitas La Montaña ha interpretado ‘La fuente que cría berros’, pieza musical típica de la cultura tradicional cántabra.
Finalmente, el acto ha concluido con la interpretación del himno de Cantabria a cargo de la Coral de Puente San Miguel.
Además de las autoridades citadas, la jornada festiva ha reunido en el Parque de La Robleda a una amplia representación institucional de Cantabria, entre la que han destacado la presencia de los consejeros del Gobierno regional, un número importante de personalidades civiles y militares y el escribano del Real Valle de Reocín, Saturnino Hoyos, entre otros.