¡Olé! 18.27. Eso midió el sexto tiro de Carlos Tobalina, el último de su vida como atleta de élite. Dijo adiós, entre amigos, con la gente luciendo camisetas con su rostro y barbas postizas. En el cuarto había lanzado 19.31, registro que acompañará en los libros a su séptimo título de campeón de España. ¿Se os ocurre una despedida mejor? En el adiós del gran (más en el sentido personal que en el físico o deportivo) Toba fue plata Miguel Gómez (19.02 para su heredero natural) y bronce Andre Muller (18.70, mejor marca personal), otro joven sobre el que descansará el futuro de la disciplina una vez que el jefe ha decido echarse a descansar. Se lo ha ganado.