Como se sabe los tres objetivos de Israel en la guerra en Gaza eran liberar a los rehenes, destruir a Hamás y que Gaza no sea una amenaza para Israel. A los 6 meses largos del sangriento ataque de Hamás del 7 de octubre no se han cumplido ninguno de dichos objetivos. Algunos se han conseguido parcialmente como puede ser cerca de un tercio de los combatientes de Hamás muertos, heridos o prisioneros o la liberación de cerca de la mitad de los rehenes, pero otro como la amenaza de Gaza para Israel continúa existiendo.
Oriente Medio junto con el Intermarium y el Mar de China Meridional constituyen los grandes dilemas geopolíticos actuales junto al Indo-Pacifico como el cuarto que se vislumbra en el cercano futuro. El actor o actores que consigan que estos grandes dilemas se resuelvan a su favor tendrá o tendrán muchas prerrogativas de implantar unas reglas o normas universales que sean sustentadoras de un nuevo orden internacional que se avecina.
En el teatro de operaciones de Oriente Medio, donde la guerra en Gaza constituye un foco de tensión crítico con cruciales repercusiones tanto en la seguridad regional como internacional, están implicados no solamente Israel e Irán como los dos grandes rivales geopolíticos regionales, sino también otros importantes actores internacionales como Estados Unidos, China, la Unión Europea y Rusia que están jugando un partido estratégico delegando en sus proxis cuyo resultado va a condicionar poderosamente el próximo futuro.
En estos momentos, con independencia de las negociaciones en curso para un posible alto el fuego con intercambio de rehenes, se está a la espera de dos previsibles ataques. En primer lugar, de la reacción de Irán al ataque aéreo perpetrado por Israel contra la Embajada iraní en Damasco, el pasado 1 de abril, causando 7 muertos iraníes entre ellos el general de la Guardia Revolucionaria y líder de las Fuerzas Quds para Siria y Libano, Mohamed Reza Zahedí. En segundo lugar, el anunciado ataque israelí a la ciudad de Rafah donde actualmente viven 1,4 millones de palestinos.
Cualquiera de los dos ataques, puede producir una peligrosa y profunda transformación en la cambiante competencia geoestratégica internacional. El primero, dependiendo de su intensidad, podría provocar una escalada de imprevisibles consecuencias tanto a nivel regional como internacional y el segundo podría conducir a un aislamiento sin precedentes de Israel ante la comunidad internacional, especialmente si hay una brutal cantidad de víctimas inocentes. Causaría una alarmante quiebra en el equilibrio estratégico mundial.
Autor: Jesús Argumosa Pila / General de División (R) / Asociación Española de Militares Escritores / Imagen de archivo.